Karem rezando en el jardín de tío Paolo, un habitante de Lampedusa que ha dado cobijo y comida a muchos inmigrantes.FRANCESCA TOSARELLILos dos primos, en la casita de madera que Paolo les dejó para refugiarse.FRANCESCA TOSARELLIFRANCESCA TOSARELLIKarem, en el refugio de palos y plástico que los cobijó durante sus primeros días en el centro de acogida situado en lo que los habitantes de Lampedusa conocen como colina de la vergüenza.FRANCESCA TOSARELLIUn grupo de inmigrantes reunidos para comer gracias a la generosidad de tío Paolo.FRANCESCA TOSARELLIPolicías italianos dirigiendo a un numeroso grupo para embarcar en el ferry en el que abandonarán Lampedusa.FRANCESCA TOSARELLIRiadh, sentado, espera junto a otros muchos compañeros de ilusiones su salida de la pequeña isla.FRANCESCA TOSARELLILos dos primos, otro día repitiendo el mismo rito, con la esperanza de un embarque hacia otra etapa de su viaje.FRANCESCA TOSARELLIEn el muelle de cala Pisana, a punto de subir a bordo del barco con destino a Sicilia y después al continente.FRANCESCA TOSARELLIRiahd y Karem, dirigiéndose hacia el barco. Había llegado su hora.FRANCESCA TOSARELLIRiadh, Mohamed y Amir, nada más abandonar la comisaría de Arezzo con un permiso de residencia temporal y sus billetes de tren.FRANCESCA TOSARELLIRiadh, Saif, Hamed y Kalil, por fin relajados en el tren hacia Milán.FRANCESCA TOSARELLILos cuatros compañeros, convertidos en hermanos por obra y gracia del viaje, descansan en la estación de Milán.FRANCESCA TOSARELLIRiadh abraza a su hermano Mehdi, que le espera en Ventimiglia para continuar hacia Niza, donde este trabaja con permiso de residencia en la construcción.FRANCESCA TOSARELLIMercado de Wad en Niza, un punto de referencia para todos los magrebíes que llegan a la ciudad.FRANCESCA TOSARELLIRiadh intentando contactar con Karem por Facebook cuando todavía no sabía que había sido encarcelado.FRANCESCA TOSARELLIRiadh, en el piso de 25 metros cuadrados que comparte con su hermano. El inicio de una nueva aventura vital.FRANCESCA TOSARELLI
