El Fisker Karma es uno de los primeros automóviles de lujo que puede funcionar de forma totalmente eléctrica. Después de cargarse por completo, tiene una autonomía de 80 kilómetros. Luego entra en juego el generador de gasolina, con el que puede conducir otros 400 kilómetros con el depósito lleno y consume sólo 2,4 litros a los 100.ZIGOR ALDAMA | ShanghaiEl panel frontal del Karma muestra en todo momento la carga y la autonomía restantes tanto en el modo eléctrico puro como en el generador de gasolina. En una pantalla adyacente (no visible en la foto) aparece el comportamiento del panel solar del techo, y los kilómetros que se pueden recorrer con la energía que se va generando. Donde existe la posibilidad, los interiores se han realizado con materiales reciclados. La madera que incluye en el interior procede de árboles caídos o recogidos en bosques quemados, y una de las versiones no incluye ningún elemento fabricado con materiales procedentes de animales.ZIGOR ALDAMA | ShanghaiEl Karma incluye un techo solar que es el más grande jamás instalado en un automóvil, y que sirve de generador extra. Aunque su capacidad es muy limitada si se compara con el motor eléctrico o el generador de gasolina, sirve de elemento economizador, ya que consigue kilómetros gratis para su dueño.ZIGOR ALDAMA | ShanghaiLa potencia de un deportivo también se mide en decibelios, los que provoca su tubo de escape al acelerar. Como el Fisker Karma sólo tiene un pequeño tubo de escape lateral del generador de gasolina, la marca ha instalado dos altavoces allí donde los deportivos de su clase suelen tener los tubos de escape para que el conductor no pierda la sensación de potencia. Esos altavoces, si se quiere, reproducen el sonido de un vehículo de sus características teniendo en cuenta la fase de aceleración en la que se encuentra el coche.ZIGOR ALDAMA | Shanghai
