12 fotosSÁHARA desierto y (des)esperanzaSÁHARA desierto y (des)esperanza 03 oct 2010 - 03:24CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceDjimi Elghalia, 48 años. Sáhara Occidental controlado por Marruecos. Es la vicepresidenta de la Asociación Saharaui de Víctimas de Violaciones de Derechos Humanos (ASVDH). Nació en Agadir, Marruecos, donde se estableció su familia por necesidades económicas. En su casa se reunían entonces muchos saharauis, y su abuela fue arrestada por ello. En 1986, Djimi se trasladó a El Aaiún a estudiar Agricultura. Fue detenida por organizar una manifestación por la independencia ante una visita de miembros de la ONU.ANDREW MCCONNELLLahbieh E. Ahmed, 47 años, camellero, campamentos de Tindouf. Nacido en Farsia en 1962, dice que de lo único que sabe es de camellos. Vive por/para ellos, le gusta cuidarlos y los sacrifica cuando se necesita; estos son para el Ramadán. "Estoy con la mayoría, si eligen ir a la guerra estoy con ellos".ANDREW MCCONNELLSnia Zrug Bay, 19 años, estudiante de Economía en Libia, junto a los contenedores para el agua en el campamento de El Aaiún. "Me entristece saber que cuando regrese aquí con mi título probablemente no encuentre trabajo. Me entristece no conocer mi patria, saber que esto es un refugio sin más. No quiero pasar mi vida aquí, ni tener aquí a mis hijos. Yo prefiero la paz, pero si esto no se resuelve tendremos que luchar".ANDREW MCCONNELLAlí Salem Salma, 41 años, estadístico de la RADS, en su jaima de la 'wilaya' de Smara, con su esposa Nabba y su hijo Khadda. Nació en El Aaiún. "En 1975, Marruecos nos invadió y nos expulsó de nuestra casa. Aún guardamos la llave y los documentos que prueban que nos pertenece. Tardamos meses en llegar a los campamentos, al principio aquí morían muchos niños de epidemias y nos llevaron a Libia. Luego fui a la universidad en Argelia. La guerra es ya la única vía".ANDREW MCCONNELLMohamed Sheikh Salek, 21 años, gasolinero '24 horas' en Rabuni. "Nací en los campos y siempre me sentí sin hogar; estudié primaria, tengo novia, ella no desea la guerra, yo sí; estuve en el Ejército, pasar por él es necesario para trabajar, no entiendo por qué el Polisario aceptó el alto el fuego, bloquea nuestra libertad".ANDREW MCCONNELLMalainin Aomar, 59, soldado del Frente Polisario, ocho hijos. "Mi padre era del Ejército español en la colonia; yo, de chico, estudié el Corán y aprendí el bien y el mal. Me enseñó a leer un español que mi padre contrató en Auserd. Aún soy soldado del Polisario, aún tengo fuerza y voluntad. Y haciendo guardia ahora frente al muro marroquí desde los territorios liberados siento cerca mi antigua ciudad. No poder hacer nada es difícil. Para mí, el futuro es diferente del de un niño".ANDREW MCCONNELLMujer anónima, 21 años, fotografiada en un lugar sin identificar del Sáhara Occidental controlado por Marruecos. La persona retratada pidió que no se revelaran sus datos ni sus declaraciones por temor a represalias. Se desconoce el número de saharauis que habitan en esta parte del Sáhara Occidental, ex colonia española cedida a Marruecos y Mauritania en 1975 que en la lista de la ONU aparece como territorio sin autogobierno.ANDREW MCCONNELLBrahim Salama Baaj, 38 años, enfermero del hospital de Auserd. Ama su profesión, sobre todo pediatría. Estudió en Cuba (tornero) y luego cambió a la escuela de enfermería de Smara. "Abundan los trastornos respiratorios y gastrointestinales; escasean los medicamentos, lo que más, analgésicos; faltan laboratorios. Y si hay tormenta se corta la luz; una profesión con futuro aquí es reparar aparatos médicos, la arena y el calor acaban con ellos, y no hay repuestos".ANDREW MCCONNELLSaleh Mohamed Mulud Sidi. Ingeniero agrónomo, 36 años, estudió en Libia, fotografiado en los jardines de Njeila. "En los jardines probamos cultivos y producimos pimientos, zanahorias y cebollas en ocho invernaderos, no es fácil por las plagas, los gusanos e insectos". Además, la sal rezuma del suelo. La comida que llega en raciones a través de Programa Mundial de Alimentos se distribuye por las 'wilayas'. "Ponemos nuestra esperanza en los esfuerzos de la ONU".ANDREW MCCONNELLMariam Zaide Amar, de 25 años, desminadora de la organización Action on Army Violent en Mehaires, zona controlada por el Polisario. "Llevamos ropa especial, usamos detectores de metales. Cuando encuentro una mina, la marco, coloco TNT, preparo el detonador y me aparto 300 metros para volarla. Si alguien muere por ellas me siento fatal. Trabajamos en Mehaires despejando las bombas racimo, pero encontramos granadas, misiles... Hay para limpiar durante 30 años".ANDREW MCCONNELLSalima Kedi Embarec, de 21 años, en las ruinas de la prisión abierta de Smara donde vivieron hasta hace un lustro 500 prisioneros marroquíes. Quiere ser directora de cine "para lanzar mensajes al mundo". Ha rodado dos documentales: Tacones en la arena y Cus-cus. Es líder del grupo teatral Newja. Pasó tres años en España, pero regresó al morir su padre para cuidar a su familia; su novio está en Bilbao: "Veía yo allí mucha tele, cosas tipo Xena, la princesa guerrera". Es activísima, participa en el festival FiSahara de Dajla, en la cooperativa Aminatu Haidar (se puede seguir en Facebook). Le han ofrecido ir a Cuba a estudiar cine, pero su familia no la deja marchar.ANDREW MCCONNELLHamdi Jaafar Mohammed. Tiene 46 años. Soldado del Frente Polisario. La foto está tomada en Tifariti, sobre los restos de armamento, que abundan de los tiempos de la guerra, que duró hasta el alto el fuego de 1991. Recuerda la huida desde el Oeste hasta Argelia, las muchas personas que murieron en el camino, cómo se ayudaban unos a otros. Se unió al Polisario a finales de 1981.ANDREW MCCONNELL