7 fotosLa capital 'milagro' cumple 50 añosLa capital milagro cumple 50 años 24 ene 2010 - 12:19CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceNiemeyer demostró ser un maestro en vencer la falta de recursos a base de creatividad. La clave está en el hormigón, un material barato que pueden trabajar obreros sin formación. Una arquitectura más económica e imaginativa que espectacular, como muestra el edificio de la imagen, el Hotel Palace Brasilia.DUCCIO MALAGAMBAEn Brasilia, la vida está lejos del centro. Planificada en forma de avión y con una población de dos millones y medio de habitantes, apenas un tercio de ellos viven en elc centro. La gente habita más en las alas. Por eso queda desierta cuando llega la noche. En la imagen, las llamadas supercuadras del Sector Sur.DUCCIO MALAGAMBALa arquitectura de Brasilia habla un lenguaje de celosías y parasoles con el que el trópico responde al calor. Y a la modernidad. La fluidez de las curvas transmite generosidad, como en la marquesina que protege el patio circular del Memorial a los Pueblos Indígenas, que aparece en la imagen.DUCCIO MALAGAMBABrasilia es la única ciudad entera del siglo XX Patrimonio de la Humanidad. Además, es la nave nodriza de la arquitectura de vanguardia de los últimos años. Aquí, y en los 60, la construcción fluida ya era moneda común. En la imagen, bloques de oficinas del Sector Sur.DUCCIO MALAGAMBANiemeyer tiene hoy 102 años, pero sigue en activo. Su último edificio diseñado en Brasilia es el Museo de la República, con forma de iglú. Está en el eje de la ciudad, frente a la catedral. Se abrió al público hace tres años, el día en el que el arquitecto celebraba su 99 cumpleaños.DUCCIO MALAGAMBAA la catedral metropolitana se entra descendiendo, como quien baja al infierno para llegar a un cielo de luz y cristales azules en el que flotan los ángeles. Estatuas de los arcángeles de cuatro metros de altura marcan el acceso al edificio.DUCCIO MALAGAMBA"La arquitectura ha sido mi manera de expresar mis ideas: un mundo fácil, optimista, simple, igualitario para todos", dice Niemeyer. "He trabajado sin prejuicios. Los prejuicios arruinan la vida". En la imagen, el Palacio de Itamaraty, que acoge el ministerio de Asuntos Exteriores.DUCCIO MALAGAMBA