La prueba de la fidelidad

Certificar que el hijo no es del butanero. Cada vez hay más empresas se dedican ha verificar, a través de un test de ADN, la paternidad de los hijos de hombres que no se fían de sus mujeres. Según informa El Periódico en su edición de hoy, la biotecnológica actual, que permite conocer de forma rápida y discreta el código genético de las personas, ha favorecido al incremento del número de empresas que se dedican a verificar la paternidad de los niños.

La mayoría de estas empresas actúan a través de internet e informan de la filiación genética utilizando únicamente un pelo del niño o restos de saliva. Según datos publicados por el diario catalán, el pasado año solicitaron la prueba unos 4.000 españoles, el doble que tres años antes.

En los casos señalados, el padre envía restos biológicos propios y de su hijo. El precio de una prueba oscila entre 300 y 600 euros si no se pretende que tenga validez jurídica, y 1.000 en caso contrario. En la mayoría de los casos, la madre no llega a enterarse. De hecho, ni siquiera las empresas en cuyos laboratorios se realizan las pruebas conocen los datos de los solicitantes.

¿Y después de conocer la verdad? Muchos padres utilizan estos datos como prueba en los trámites del divorcio, con el fin de quedar exentos del pago de una pensión para la manutención del menor. El Periódico explica además que la prueba del ADN puede hacer que el niño pierda el apellido original.