9 fotosRumbo al infiernoRumbo al infierno 09 nov 2005 - 00:00CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceVenus, la diosa romana del amor y la belleza, es el planeta más parecido a la Tierra en masa y tamaño, aunque los 465 grados centígrados de su superficie, suficiente para fundir el plomo, y sus nubes de gotitas de ácido sulfúrico lo convierten en un auténtico infierno. Es el planeta más cálido del Sistema Solar a causa del efecto invernadero.ESAEl lanzamiento de la nave, de 1.240 kilos de peso y equipada con siete instrumentos científicos, estaba previsto para el 25 de octubre. Se ha retrasado dos semanas debido a que, después de ser instalada en la punta del cohete, se descubrió que habían caído sobre ella fragmentos de la cápsula. La sonda es prácticamente idéntica a la Mars Express, pero incluye "protecciones" para las condiciones extremas de Venus: 465 grados centígrados de temperatura media y una presión atmosférica 90 veces superior a la de la Tierra.EFELa Venus Express intentará resolver algunos de los muchos interrogantes que plantea a los científicos, empezando por las causas que hacen que un planeta tan parecido a la Tierra en tamaño, masa y composición, haya evolucionado de manera tan diferente en los últimos 4.600 millones de años. Otro de los misterios de Venus es que su día dura 243 días terrestres, y su año dura menos, 224 días terrestres.EFEEl planeta guarda además otros secretos, como la superrotación de sus capas altas de la atmósfera, donde hay vientos de hasta 360 kilómetros por hora. Otra pregunta para Venus Express es si el planeta, sin placas tectónicas, pero con una superficie geológicamente muy joven y en la que se observa actividad volcánica reciente, tiene volcanes activos.EFEEs el astro más brillante del cielo, además del Sol y la Luna, y casi todas las culturas lo han introducido de algún modo en su mitología, principalmente como deidad femenina. En 1975, la nave soviética Venera 9 transmitió las primeras imágenes de la superficie, tras numerosos intentos fallidos en que las naves se derretían literalmente por la temperatura o colapsaban por la presión.APLa sonda llegará al inhóspito Venus el 11 de abril y deberá efectuar una cuidada maniobra para colocarse en su órbita. Una vez en órbita, pasará algo menos de un año y medio terrestre dando una vuelta en torno a Venus cada 24 horas. En todo ese tiempo el planeta sólo rotará dos veces sobre sí mismo. Venus es el segundo planeta al que viaja la ESA, que en 2003 envió la Mars Express a Marte. Para 2013 está previsto el envío del satélite BepiColombo a Mercurio, el planeta más próximo al Sol.REUTERSEl instrumento que guiará a la Venus Express en su camino ha sido fabricado por la empresa española EADS Astrium Crisa como ya ocurrió con otras misiones con éxito como la Mars Express o la Rosetta. El dispositivo está fabricado en Madrid y se denomina "unidad electrónica del sensor de estrellas". La herramienta recopilará datos en el espacio de forma periódica y los comparará con otros almacenados en su memoria. Con esa información, calculará las desviaciones respecto al trayecto planificado para guiar la sonda hacia Venus.EFELa misión Venus Express tiene un costo ligeramente superior a los 200 millones de euros, un precio "ridículo" según el científico español Agustín Chicarro, jefe científico de la Mars Express y colaborador de la misión venusiana. Chicarro, que recuerda que el presupuesto espacial de Estados Unidos es diez veces superior al europeo. "Desde los años 80, ninguna sonda ha llegado a Venus, por lo que tenemos muchas esperanzas de poder aportar cosas nuevas", subraya Chicarro.APEl Lucero del Alba fue un destino prioritario en los primeros años de la exploración espacial para las naves automáticas soviéticas y estadounidenses, pero había quedado prácticamente abandonado como objetivo hace una década, coincidiendo con el auge de la euforia marciana. La última misión dedicada al infierno del Sistema Solar fue la Magallanes, de la NASA, que permaneció en órbita allí, a principios de los años noventa, tomando datos para realizar un mapa de la superficie con radar. Ahora, la Venus Express toma el relevo.REUTERS