El vestido blanco con capa nunca muere: seis años siendo tendencia en la alfombra roja

Gwyneth Paltrow tiene la culpa. La actriz llevó un vestido blanco con capa a los Oscar de 2012 firmado por Tom Ford. Desde entonces el corte y el color son recurrentes en alfombras rojas nacionales e internacionales. Se ha convertido en un clásico a la altura del palabra de honor o del vestido negro. ¿Pasará la fiebre algún día?

El último ejemplo lo encontramos en la alfombra roja de Cannes. La actriz y modelo francesa Louise Bourgoin apostó por este diseño de Giambattista Valli.

Kim Kardashian, que recibirá este año el primer premio CFDA en la categoría de influencer, también ha caído rendida ante las bondades de la capa blanca. Embarazada de Saint West, la televisiva Kim apostó por un diseño de Valentino.

Mujeres con todo tipo de profesiones y siluetas han lucido el suyo. Y un gran número de diseñadores firman su propia versión. La modelo Karlie Kloss elegió este de Stella McCartney para acudir a los Oscar de 2017.

En España también tenemos ejemplos. Antonia San Juan, vestida de Juanjo Oliva en los Goya del año pasado, despertaba titulares que la comparaban con Gwyneth Paltrow. Todos los de esta lista podrían jugar a las 7 diferencias con el de la intérprete de Shakespeare in love.

No hay duda de que el vestido blanco con capa es para las celebrities lo que unos vaqueros para el resto de humanos. Katy Perry cayó rendida ante él durante una de sus actuaciones. El suyo es un alta costura de Valentino.

Si tiramos de archivo descubrimos que Jackie Kennedy se adelantó unas cuantas décadas a la tendencia. Llevó un vestido blanco de gasa al baile inaugural apostando por la sencillez y alejándose de la ornamentación de los diseños de algunas de sus predecesoras. Oleg Cassini está detrás del diseño.

Natalie Portman tampoco se pudo resistir aunque apostó por una versión un poco diferente: de escote asimétrico y sin capa como tal, aunque con un trozo de tela cayendo a sus espaldas. Al igual que Kim, lo lució durante su embarazo. Lo firma Dior.

Este tipo de diseños son muy recurrentes también en el mundo nupcial. Numerosos diseñadores de novias tienen su versión y novias tan famosas como la hermanísima de Beyoncé, Solange, lo han elegido para el gran día. El de la cantante es de Humberto Leon para Kenzo.

La actriz Mariam Hernández prefirió una opción diferente jugando con aplicaciones doradas y transparencias. Una creación de Alicia Rueda con la que se dejó ver en los Goya de este año.

Algo tiene este diseño que lo hace el predilecto de las embrazadas. Chrissy Teigen también posó en la alfombra roja con el suyo cuando esperaba su primeram hija.

La opción más minimalista y remilgada es la de Nicole Richie. La prueba de cómo las capas también funcionan bien con diseños de cuello alto.

Melina Matthews lo eligió para asistir a los Goya. La diseñadora andaluza Esther Noriega está detrás del diseño. ¿Es el vestido blanco con capa un básico de fondo de armario?

Sienna Milller y su versión: en crudo y con mangas-capa. También fue de las primeras en lucirlo allá por 2012.

Elizabeth Banks apostó por el encaje en la fiesta de Vanity Fair organizada tras los Oscar de 2016. Podría ser un vestido de novia perfecto.

Ni la excentricidad de Lady Gaga la ha hecho escapar a la gran tendencias de las alfombras rojas los últimos años. Es de Monique Lhuillier.