El desfile más comentado de la semana de la moda de Nueva York, en diez claves

La localización: el teatro más icónico de Harlem. El Apollo, donde empezaron su carrera artistas de la talla de Michael Jackson, acogió el desfile de la segunda colaboración entre Tommy Hilfiger y la actriz Zendaya.

El set: un decorado digno de Hollywood. Las calles aledañas al Apollo se convirtieron en un escenario por el que incluso circularon coches. La producción estuvo a cargo de Alexandre de Betak, artífice de las escenografías más espectaculares de la moda.

La banda donora: despliegue musical en directo. El coro de Harlem Vy Higginsen interpretó incunables como el Respect de Aretha Franklin o I know you got soul de Bobby Bird. En la primera fila las hermanas Hadid y parte del reparto de Euphoria (Baarbie Ferreira, Sydney Sweeney o Hunter Schafer) no dejaron de bailar.

El ambiente: una auténtica fiesta en la pasarela. Ni rastro del rictus serio e imperturbable que suelen gastar las modelos en la mayoría de los desfiles. El de Tommy Hilfiger se convirtió en una fiesta en la que las modelos, empoderadas, caminaban bailando y ridiendo homenaje a la cultura afroamericana.

La compra: inmediata e in situ. Hilfiger fue una de las primeras firmas en sumarse al modelo see now, buy now, que defiende la compra inmediata de la colección tras el show. En la salida del Apollo instaló un autobús en el que era posible hacerse con la colección. Por supuesto, también está ya a la venta en su tienda online.

Las modelos: casting mayoritariamente negro. La oda a la cultura afroamericana en la que se convirtió el desfile se tradujo en un casting diverso y compuesto en un 90% por modelos negras. Winnie Harlow, conocida por subir el vitíligo a la pasarela o la refugiada sudanesa Alek Wek, entre otras muchas.

El estilista: el hombre del momento. Law Roach, estilista personal de Zendaya y de otras artistas como Ariana Grande, estuvo a cargo de los looks del show y tuvo gran implicación en la creación de la colección. Tanto que incluso salió a saludar junto a Zendaya y Tommy.

La colección: 70's en estado puro. Pata de gallo, sastrería y vestidos pañuelo fueron los protagonistas de la propuesta. La paleta de color, del burdeos a los tonos metalizados, tiñeron materiales como el cuero, el terciopelo o el denim. ¿Con cuántos de los trajes veremos a Zendaya próximamente?

El merchandising: camisetas 'festivaleras'. Los fans de la firma pudieron hacerse con camisetas conmemorativas del desfile. Todos los beneficios de la venta irán destinados al teatro Apollo.

El front row: oda la diversidad. Aaron Philip, primera modelo transexual con parálisis cerebral y portada de S Moda (derecha), compartió la primera fila con el reivindicativo maquillador y estrella de Youtube Patrick Starrr, la modelo Jillian Mercado o la actriz y activista trans Hunter Schafer, compañera de reparto de Zendaya en la serie Euphoria. Invitados plurales a la altura del hilo conductor de todo el evento.