A Riccardo Tisci tan solo le hacen falta diez diseños, un parque, y un pastor alemán, para hacer grande la alta costura.
S MODA
Empapado del espíritu ambulante de los gipsys en los años sesenta (nada que ver con los travellers que conocemos por programas como Mi gran boda gitana), Riccardo Tsici toma prestados patrones del imaginario cíngaro para aplicar sobre ellos algunas de sus técnicas, tejidos y colores preferidos, elevando a arte el oficio.GivenchyLos flecos son, desde luego, uno de los elementos que comparte con estos nómadas: nadie como él sabe elevarlos a la categoría de métier d'art rasgándolos sobre napa.GivenchySus mantones alternan el más delicado terciopelo y cuentas engarzadas con hilo.GivenchyEl preciso grabado en la piel en algunas de sus piezas, de itinerante no tiene nada.GivenchyEl visón es uno de los elementos recurrentes, y en este caso, remata una perfectamente arqueada casaca que descansa sobre un rígido vestido de crepé.GivenchySiguiendo la tónica de sus últimas colecciones, sus mangas preferidas tienen un efecto pantalla: aquí, este top de piel adquiere consistencia de rafia encerada y trenzada. La falda, de ante, admite como adorno un cinturón de pasamanería del que cuelgan enormes borlas.GivenchyLa pieza estrella de la colección: abrigo de visón escindido a láser para dibujar sobre él huellas de piel roja.GivenchyUn material que se aplica también sobre sofisticados boleros cruzados.GivenchyImpecables en tono latte machiatto.GivenchyLos hombros se deshojan ante uno de los más elegantes aunque severos vestidos de noche en el color preferido del diseñador. El café. Givenchy
