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‘Slip dress’: por qué será el vestido más buscado de 2019 En los años 90, el vestido lencero –popularizado por diseñadores como Calvin Klein, Narciso Rodriguez o Helmut Lang– hizo historia gracias a iconos como Kate Moss, Gwyneth Paltrow o Carolyn Bessette. Sensual y fácil de llevar. Íntimo y exhibicionista. El 'slip dress' arrasa de nuevo gracias a las redes. Mel (padre de Cher): ¿Qué te has puesto? / Cher: Un vestido. / M: ¿Quién lo dice? / C: Calvin Klein. / M: Pues es ropa interior. Ve arriba y ponte algo encima. / Esta escena de Clueless: fuera de onda (1995) –cuyo remake ya está en marcha– resume muy bien el cambio de mentalidad (y de guardarropa) de una generación que abandonó el grunge en favor del minimalismo de Klein. De izda. a dcha., Kate Moss en los 90, Naomi y Kate en una fiesta de 1999 y las modelos en 1993. En la imagen, Kate lleva uno de los vestidos lenceros más icónicos de la historia. getty images El vestido lencero es probablemente la prenda que mejor define la estética de la década de los 90. La alfombra roja se rindió al hedonismo y la sencillez de esta pieza. De izda. a dcha., Sarah Jessica Parker en los VH-1 Fashion Awards de 1997; Madonna en 1995; y Courtney Love, en la fiesta de Vanity Fair de los Oscar de 1995, con un diseño al bies inspirado en los vestidos que llevaba Jean Harlow en los años 30 (tributo a Vionnet). getty images Con el revival de los años 90, el slip dress se convierte, de nuevo, en imprescindible. En la imagen, vestido de T by Alexander Wang en Net-a-porter (238 €) con blazer de Sandro (325 €), bolso de Hillier Bartley (625 €), sandalias Casablanca de Aquazurra (795 €) y pendientes de Bimba y Lola (68 €). D.R. A diferencia del viso (prenda interior de satén o seda pensada para eliminar la fricción entre un vestido y el cuerpo), el slip dress nació para exhibirse en público. Resulta lógico que vuelva con fuerza cuando los límites entre lo privado y lo público se diluyen. En la foto, Winona Ryder en un estreno de 1993 con una versión de terciopelo; Jennifer Aniston en 1995; y Drew Barrymore con Eric Erlandson, de la banda Hole, en 1995, con un diseño de Vivienne Westwood. getty images / cordon press En la gran pantalla, esta prenda ha servido para vestir y definir la personalidad de algunos personajes de culto, como la seductora y audaz Elvira Hancock (que interpreta Michelle Pfeiffer en El precio del poder, de 1983). También inolvidables son el diseño que lleva Sissy Spacek en la escena del baile de graduación de la escalofriante Carrie (1976) y el salto de cama de Maggie «la Gata» (Elizabeth Taylor en La gata sobre el tejado de zinc, 1958). cordon press / getty images Pieles y vestidos lenceros comparten muchas escenas en Hollywood. En la foto, slip dress de Vince (315 €), abrigo de Springfield (69,99 €), zapatos de Violeta by Mango (c. p. v.), bolso de Tom Ford (c. p. v.), chóker con pedrería de Uterqüe (49 €). D.R. En 1969, la revista de culto Nova publicó un editorial titulado ¿Qué intentas ocultar? «La publicación exponía que la única respuesta a la preocupación por que la ropa interior pudiera quedar a la vista era convertir ese 'defecto' de vestuario en una virtud», apunta Imogen Fox en The Guardian. En definitiva, mostrar en lugar de ocultar. De izda. a dcha., Christy Turlington en 1996 con un vestido de Calvin Klein; Carolyn Bessette el día de su boda con John John Kennedy en 1996 con un diseño de Narciso Rodríguez; y Calvin y Kelly Klein en 1993. getty images En 1993, Marc Jacobs presentó su colección Grunge para Perry Ellis. «¿Dónde está la elegancia?» se preguntaban algunos. Jacobs fue despedido. Pero su propuesta (que combinaba vestidos lenceros con cárdigans de punto y botas moteras) sigue inspirando… y haciendo caja: El diseñador acaba de reeditar los 26 looks de aquella colección. En la foto, slip dress de Mango (39,99 €), cárdigan de Acne Studios (440 €), bolso de The Volon (755 €), botines de &Other Stories (149 €) y pendientes de Isabel Marant (290 €). D.R. Calvin Klein no inventó el slip dress. La primera versión moderna data de los años 20. Klein simplificó el salto de cama con la colección p-v 1995 (sin encajes ni florituras), un año después de la colección grunge de Jacobs para Perry Ellis. Y aunque los paralelismos son evidentes, la propuesta de Klein era mucho más limpia y reflejaba perfectamente la estética lujosa y relajada de la moda norteamericana. De izda. a dcha., Lauren Hutton de Calvin Klein (1995); Carolyn Murphy de Ralph Lauren (2018); y Janine Giddings y Patricia Hartmann de Donna Karan New York (1993). getty images Otra opción de estilismo recurrente es la que apuesta por tonalidades nude, para acentuar el efecto desnudo. En la foto, abrigo beige de Zara (109 €), slip dress de satén de color bronce de Oysho (18,19 €), pendientes de Elisabetta Franchi (333 €), botines de IKKS (225 €), anillo de &Other Stories (c. p. v.). D.R. Puede ser pijo y punk. Dejarse ver en los Hamptons y en una sala de mala muerte. El vestido lencero tiene múltiples connotaciones y percepciones, en función del contexto. Para la editora Bay Garnett, «su atractivo consiste en deconstruir su sensualidad; subvertirla». Algo de lo que Courtney Love sabe un rato. En la foto, Tina Turner en París en 1996; Selena Gómez en Los Ángeles en 2017; y Courtney Love en 1990. getty images Bómber con volante en la manga de Maggie Marilyn (347 €), vestido drapeado de Zara (39,95 €), sandalias de raso con hebilla-joya de Uterqüe (9 €), bolso de Staud (180 €) y brazalete de Roxanne Assoulin (240 €). D.R. Fue el sello de identidad sobre la alfombra roja de aquella Gwyneth Paltrow pre-2002 (con y sin tirantes espagueti). El vestido de Calvin Klein que llevó a la gala Met de 2017 era una adaptación de otro slip dress de la misma marca que llevó en los 90 y que fue uno de sus primeros triunfos estilísticos. De izda. a dcha., la actriz en el estreno de Jefferson en París en 1995; con Brad Pitt en 1996; y en el estreno de Emma también en 1996. getty images Según la muestra de 1993 del Metropolitan sobre la historia de la lencería Infra-Apparel, la distinción entre enagua y vestido lencero se estableció en 1783, gracias al retrato de Maria Antonieta atribuido a Marie Louise Élisabeth Vigée Lebrun. Aquel slip dress no tenía nada de minimalista. Todo lo contrario, estaba ricamente ornamentado. Hoy también existen versiones rococó, con detalles de encaje, colores joya, volantes, frufrú… En la foto, Iman (1996), Naomi Campbell (1995) y Alexa Chung (2016). getty images Abrigo con efecto peluche de Michael Michael Kors (347 €), minivestido de La Perla en Zalando (147,95 €), bolso Darsena de Liu Jo (129 €), zapatillas deportivas de Gucci (1.200 €) y anillo de Tiffany & Co. (2.350 €). Rihanna es, por méritos propios, la mejor embajadora contemporánea de este diseño, que ella lleva todo el año, independientemente de la temporada y del dress code del evento. Lo ha combinado con abrigos de plumas, pieles, sudadera, cazadora vaquera… Sandalias y calcetines; zapatillas deportivas. Claro que en los 90 Kate Moss ya se atrevió a llevar un slip dress metálico transparente con chancletas de goma. getty images Cazadora vaquera de House of Holland (347 €), vestido lencero de Women'Secret (32,99 €), zapatillas de Converse (74 €), bolso de Dolce & Gabbana (c. p. v.) y gafas de sol de Bimba y Lola (92 €).