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Ni cuero, ni pana, ni borreguito: el forro polar es la chaqueta del momento Tan cálido como la lana, tan ligero como la seda, tan antimoda como solo una prenda nacida para la montaña podría ser. Su reinvención como prenda de culto era cuestión de tiempo. La humilde historia del forro polar comienza cuando un hombre llamado Yvon Chouinard (el “padre del vellón”) y fundador de una marca de ropa de montañismo -entonces bastante desconocida, hoy convertida en hype- llamada Patagonia buscaba un tejido milagroso y sintético que ofreciera el mismo nivel de calidez y durabilidad que la lana, pero que también fuera liviano, fácil de limpiar y de secado rápido. Fue su mujer, Malinda Chouinard, quien descubrió algo prometedor: un poliéster que, vaya, estaba destinado a fundas para inodoros pero con gran potencial para confeccionar ropa. Y así, con esta tela, hicieron el prototipo de una chaqueta a la que llamaron “Polar Fleece”, sin saber que en ese mismo momento estaban creando una nueva prenda (y acuñando un nuevo término): el forro polar. Eran finales de los años setenta.
Casi al mismo tiempo el fabricante textil de Massachusetts Malden Mills (ahora conocido como Polartec) comenzó a experimentar con el poliéster convirtiéndolo en un material denso pero ligero, parecido a una tela de felpa con acabado esponjoso, que repelía el agua y ofrecía aislamiento. Con la visión de los Chouinard y el textil de Malden Mills, Patagonia lanzó su primera línea de suéteres de este material en 1981. "Teníamos el grupo técnico, el grupo de ingeniería y el grupo de investigación más finos de la industria textil", contó después Chouinard en una entrevista con el New York Times. "Incorporamos rendimiento a una tela. Estábamos muy orgullosos de lo que hicimos", celebraba.
A mediados de la década de los 80 el jersey Snap-T de Patagonia -fabricado con un forro polar de primera generación llamado Synchilla (un acrónimo de sintético y chinchilla)- se convirtió en un básico para los viajes de esquí. En los años 90, evolucionó su diseño en una gran variedad de marcas, como Gap o The North Face. Su éxito estaba escrito: era barato, tenía bajo mantenimiento y podía ofrecerse en un arcoiris de colores.
Sin embargo no fue hasta que la moda abrazó el llamado normcore (ese movimiento de “moda antimoda” que ensalzaba vestir como un padre que no tiene ni idea de tendencias) cuando las prendas funcionales comenzaron a despertar el interés de las grandes firmas. Con la llegada en 2018 del gorpcore (la ropa de trabajo y técnica como nuevos iconos de moda) solo era cuestión de tiempo que el forro polar sirviera de lienzo en blanco para reimaginar su estética. Y aunque algunas marcas nunca dejaron de fabricarlos (las más técnicas, Patagonia, Columbia o The North Face), en este tiempo comenzaron a florecer nuevas versiones de firmas de todo tipo, desde marcas de lujo a firmas nicho o cadenas asequibles: de hecho, esta misma temporada Stella McCartney, Isabel Marant, Arket u Oysho hacen de esta prenda su inesperado objeto de deseo.Alentadas, quizá, por esa intensa búsqueda del bienestar que la pandemia ha dejado en todo lo que consumimos y que ha trasladado a cómo vestimos: los tejidos suaves, las prendas cómodas y la ropa técnica han roto las fronteras del contexto para el que nacieron y es por eso que hoy es aceptable vestir de una forma más relajada incluso en situaciones formales. Primero fueron los pasamontañas, después el acolchado y ahora esto. La irrupción del forro polar en las oficinas es solo cuestión de tiempo.
El único sello que le faltaba al forro polar para alzarse como prenda de futuro era el de la sostenibilidad. Y ahora que Patagonia está trabajando en ofrecer una opción sostenible del vellón, con poliéster reciclado o fibras naturales, como lana reciclada, se inicia una nueva y prometedora era para esta chaqueta que hizo de su confortabilidad el reclamo de su éxito. @ Sandy Liang Con bolsillo en relieve, de Patagonia. @ Patagonia En rosa y con cuello alto. Es de Pull & Bear. Con espíritu retro, de Isabel Marant. @ MyTheresa Con bolsillo frontal, en verde oliva, de Arket. @ Arket En rosa, de Lefties. @ Lefties Con patrón de beisbolera, de Perfect Moment. @ Smallable En color hielo, de Oysho. @ Oysho En versión chaleco, de Arte. @ Arte Este modelo es de Tory Sport.