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S Moda: Revista de moda, belleza, tendencias y famososModa

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Huyendo de un guardia o vendiendo fruta: los increíbles descubrimientos de las ‘top models’ más famosas

No todas perseguían el sueño de desfilar ni posar ante las cámaras. Estas son las historias más curiosas sobre los comienzos de estas maniquíes.

Javier Caballero

Javier Caballero

23 ago 2020 - 21:43CEST

Gisele Bündchen. Conocida ahora por defender un estilo de vida saludable, la brasileña fue descubierta en un McDonald's de São Paulo con 13 años. Devoraba un Big Mac cuando un agente se aproximó y se interesó por su belleza. Al principio de su carrera, como se ve en la imagen, todavía le daba a la comida rápida.

Kate Moss. Probablemente sea una de las historias más conocidas y repetidas (junto al supuesto descubrimiento de Cindy Crawford mientras recolectaba maíz, que ella misma se encargó de desmentir en su biografía y Twitter). La misma agente que lanzó a Cara, Sarah Doukas, se fijó mucho antes en la británica en el aeropuerto JFK de Nueva York, en 1988. La modelo tenía solo 14 años y volvía a Londres con su padre cuando Doukas, que cambió de vuelo para hablar con la joven, se interesó por ella. Poco podía imaginar que iba a cambiar la historia de la moda.

Natalia Vodianova. La historia de la rusa parece sacada de un cuento de hadas. La modelo dejó los estudios y se puso a trabajar en la frutería con su madre y sus hermanas para salir adelante, después de que su padre les abandonase cuando sumaba solo dos años. Un fotógrafo la retrató mientras trabajaba y llamó rápidamente la atención del sector. "Ahora tengo una vida muy diferente, con grandes privilegios , pero en retrospectiva me doy cuenta de que crecer en Rusia me dio herramientas que otras personas no tienen, como la voluntad de ir siempre un poco más allá, de hacer que las cosas sucedan para alcanzar el éxito", comentó en una ocasión.

Twiggy. La cara más famosa de los 60, que hace poco reconoció que el corte de pelo que la lanzó a la fama no fue intencionado, también cayó en la profesión por casualidad. Como ella misma explicó en una entrevista reciente, el día que se cortó el pelo "el fotógrafo Barry Lategan tomó las imágenes que ahora son tan famosas. Leonard las colgó en su peluquería, una periodista entró días después y preguntó por mí. Así comenzó todo".

Cara Delevingne. Fue ella misma quien contó a The Telegraph en 2011 cómo fue descubierta con tan solo 13 años a la salida del colegio. Su mejor amiga desde los 5 años le presentó a su madre, Sarah Doukas, CEO de la agencia Storm Model Management. "Sarah me vio cuando vino a recoger a su hija y ella nos presentó. Yo nunca había pensado en ser modelo antes pero así es como sucedió", rememoraba entonces.

Jourdan Dunn. Antes de vestir Prada, Marc Jacobs, Louis Vuitton o Valentino, la británica lucía prendas que la hacen más cercana al resto. Al menos así se desprende de su historia, pues un agente de la agencia Storm Management se percató de su presencia en una tienda de Primark. Años más tarde, Dunn ha asegurado que no compraba, que solo acompañaba a una amiga.

Lily Cole. Con 14 años y comiendo una hamburguesa, como Gisele Bündchen, fue descubierta una de las pelirrojas más famosas. En lugar de Brasil, la escena se sucedió en el Covent Garden londinense. El reclutador Benjamin Hart le pidió que aceptara hacer una sesión fotográfica de prueba. Cole se negó al principio, pues como confesó al Independent le pareció "sospechoso", pero terminó firmando con Storm.

Coco Rocha. El sueño de la canadiense era bailar. Tanto es así que fue descubierta por el ojeador Charles Stuart mientras participaba en un concurso mundial de danza irlandesa en Suiza. Dejó los zapatos de bailar por la pasarela, si bien ha tenido oportunidad de mostrar sus dotes en desfiles como el de Jean Paul Gaultier en 2014, donde imitaba a John Travolta en Grease.

Shalom Harlow. Verano de 1989. La joven Harlow, 15 años, asiste a un concierto de The Cure en Toronto. Ahí, un reclutador se fija en ella y su vida cambia. Nada más terminar el instituto, comienza su carrera y se convierte en una de las primeras supermodelos, en una de las hornadas de maniquíes (Amber Valletta, su mejor amiga, entre ellas) más importante de todos los tiempos.

Jessica Stam. Antes de formar parte del defenestrado desfile de Victoria's Secret, la modelo quería convertirse en dentista. Su idea cambió cuando la agente Michèle Miller, de International Model Management, la reclutó tras verla en un Tim Hortons (esa cadena canadiense que ahora conocemos tan bien, aunque solo sea por la cantidad de locales que han abierto) en Ontario.

Selena Forrest. Como dijo en una ocasión, su carrera le salvó de una vida de pobreza. Su familia se tuvo que desplazar a California por culpa del huracán Katrina. Un día, junto a su hermano y sus primos, Forrest iba camino de Huntington Beach cuando un guardia de seguridad les paró y confiscó el alcohol que llevaban. La modelo contó a The Cut que echó a correr hacia un restaurante cuando esto sucedía. "Fue en ese momento cuando me pararon y me dijeron: '¿Te has planteado ser modelo?'"

Christy Turlington. En una entrevista con Harper's Bazaar, una de las caras más icónicas de finales de los 80 y principios de los 90 contó cómo un fotógrafo puso el objetivo sobre ella mientras montaba a caballo en Florida. Un año después, ya viajaba dirección París para comenzar una carrera meteórica.

Winnie Harlow. Responsable máxima de la visibilización y normalización del vitiligo, debe su éxito a la también modelo Tyra Banks. Banks dio con ella en Instagram y la seleccionó para participar en su programa America's Next Top Model. Si bien se tuvo que conformar con un sexto puesto, no ha dejado de trabajar desde que terminase el concurso.

Pamela Anderson. La también actriz y ahora activista saboreó las mieles del éxito durante un partido de fútbol americano. La pantalla gigante del estadio la sacó y el público la vitoreó hasta tal punto que la bajaron al campo. Su fama en Vancouver le llevó a cruzar fronteras.

Claudia Schiffer. Se dice que la modelo lo daba todo en una discoteca en Düsseldorf cuando un fotógrafo le sugirió que viajase a París para encontrarse con él y hacerle una prueba. La alemana aceptó y pasó a convertirse en una de las maniquíes más famosas del mundo.

Candice Swanepoel. Antes de pasearse por las tiendas de lujo, la supermodelo sudafricana buscaba chollos en los mercadillos. Fue en uno donde la descubrieron. Poco después, ya desfilaba en París.

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