Meghan Markle dispara el furor por las pecas

La tatuadora estadounidense Gabrielle Rainbow no ha parado de trabajar tras la boda real más mediática del año. El motivo lo explicaba a la publicación NewBeauty: «El interés de los clientes por tatuarse pecas ha aumentado muchísimo desde que Meghan Markle luciera las suyas en el enlace». La duquesa de Sussex utiliza bases de maquillaje ligeras que dejan al descubierto las múltiples manchitas de su piel, una apuesta por la naturalidad que dejó patente incluso el día de su boda y que ha disparado el furor por imitar su look.

Los más decididos recurren al tatuaje para solventar la ausencia de pecas naturales en su rostro. Se trata de un tratamiento semipermanente –dura de uno a tres años dependiendo del tipo de piel– que dibuja pequeñas motas en lugares estratégicos en poco más de una hora. El resultado es bastante natural una vez que pasa el enrojecimiento de los primeros días. Los amantes de los métodos más sencillos (y económicos) prefieren probar suerte con el maquillaje. Ya un artículo publicado en S Moda en 2014 –Si no tienes pecas, ¡dibújalas!– nos ponía en sobreaviso de la tendencia. Ahora este truco de belleza va ganando adeptos el calor del ‘efecto Meghan Markle‘ y de la apuesta de otras tantas celebrities por lucir las suyas (reales o falsas).

«El maquillador de Penélope Cruz pinta sus pecas encima de la base para lograr un acabado de maquillaje muy natural», explicaba Gato, maquillador de Maybelline, en un taller de belleza impartido a la prensa. Un truco que se hizo palpable en la alfombra roja del estreno de Zoolander en Madrid, en la que la actriz posó luciendo un look protagonizado por sus pecas falsas. El efecto buscado por los profesionales es la sensación de que la piel apenas está maquillada. Así se pueden permitir utilizan una base que cubra bien las imperfecciones con un resultado visual casi imperceptible (¿cómo va a ir muy pintada si se le ven hasta las pecas?, pensaría cualquiera que desconozca la argucia).

Siempre se han pintado pecas o lunares en la piel (véase el deseado lunar de Marilyn en los años 40), pero este efecto de piel casi desnuda y besada por el sol (al final las pecas se producen por acumulación de melanina y suelen multiplicarse en verano) es muy buscado últimamente por los mejores artistas del maquillaje. Mientras que antes la mayor preocupación de muchas pecosas era ocultarse bajo una buena capa de maquillaje, ahora quienes las tienen por naturaleza las lucen con orgullo (Christina Aguilera para la revista Paper, por ejemplo) y quienes no nacieron con esa suerte tiran de cosméticos para fingirla. Solo hay que echar un vistazo a la última portada de la edición británica de Vogue, en la que Ariana Grande luce pequeñas manchitas en la nariz y el alto de los pómulos creadas por el makeup artist Mark Carrasquillo.

Estrellas de Instagram como Emily Ratatovsky o las hermanas Jenner cuelgan selfies enseñando las suyas (Kylie posó recientemente despojada del potente maquillaje que suele lucir y Kendall las ha potenciado –lápiz mediante– en algunas fotos) y la lista de celebrities que hacen gala de pequitas –naturales o artificiales–no deja de aumentar: Emma Stone, Bar Refaeli, Sienna Miller… Entre las bondades de lucirlas, además de las ya citadas, cabe subrayar su efecto rejuvenecedor (la maquilladora Charlotte Tilbury afirmó: “el lápiz de MAC con el que pinto las pecas a las modelos es la varita de la juventud”) y su capacidad para dotar al rostro de un aire naíf y pícaro al mismo tiempo.

Cada vez son más los diseñadores que buscan este look fresco en sus desfiles apostando por lápices amarronados en el backstage o incluyendo a modelos pecosas en sus castings. Jeremy Scott, Topshop, Emanuel Ungaro o Preen lo hicieron en temporadas pasadas y más recientemente hemos visto las pecas-fantasía del desfile de Esteban Cortazar para el próximo invierno o modelos como Daniella Lashley luciendo las suyas –naturales– en el Crucero 2019 de Louis Vuitton. Los maquilladores responsables de crearlas artificialmente suelen aconsejar mezclar dos tonos de marrón para que el efecto sea más irregular y realista y no pasarse con el número de puntitos. Aunque en el mercado existen productos específicos para esta tarea, lo cierto es que pueden dibujarse con un lápiz para ojos o labios de acabado mate. Prepárense para una temporada repleta de pecas incluso aunque el sol se resista a brillar.