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Hebras de plátano, cenizas y otros desechos convertidos en lo último en cosmética

Del cubo de las sobras han pasado a formar parte de las formulaciones más cotizadas. Detrás del ascenso, alguna que otra casualidad e investigaciones que los sitúan como ingredientes de primer orden.

Si tomamos como punto de partida el desorbitado precio que el vómito –sí, vómito– del cachalote alcanzó en el mercado de la perfumería bajo el eufemismo “ámbar gris” antes de ser prohibido, todo es entendible. El ser humano aún no es consciente de los beneficios cosméticos que ocultan muchos desechos o residuos que suelen terminar en basuras o vertederos.

Algunos ya se vienen usando algún tiempo. La cáscara de la naranja que lanzamos afinando puntería al cubo orgánico lleva años demostrando su eficacia a la hora de quemar la grasa; sabemos que la urea es el activo nutritivo número 1; y que la baba del caracol que evitábamos pisar a toda costa se convirtió en el it ingrediente antiedad hace una década. Sorpresivamente, este último ingrediente vuelve con fuerza ahora protagonizando tratamientos de cabina en centros de belleza y salones de peluquería. Pero hay muchos más. Repasamos los desechos que se están convirtiendo en ingredientes de lujo.

Cera de grano spent
Se obtiene de un residuo que se barría sin contemplaciones en las plantas de producción de cerveza. Y se sigue haciendo. Casi nadie sabe que se trata de un preciado activo cosmético, pero la cera de grano spent procedente de la malta tiene un valioso contenido en ácido linoleico. De ello es muy consciente Pedro Catalá, doctor en Farmacia y fundador de Twelve Beauty. “Se trata de un residuo ceroso que desprende el grano de cebada germinada (la malta) al lavarlo antes de procesarlo en la industria alimentaria suiza y alemana, y contiene ácido linoleico de altísima calidad, aunque lo más importante es que es perfectamente compatible con la delicada composición de la epidermis”. De subproducto desechado ha pasado a ser el ingrediente estrella de Nutritive Repair Emulsion de Twelve Beauty (66 euros), un tratamiento capaz de frenar los efectos de la gravedad en la piel y reconfortarla de inmediato.

Baba de caracol
Detrás del “puajjj” que puede provocar su simple mención, el residuo que este molusco va dejando a su paso es un elixir capaz de renovar la piel y regenerarla en profundidad. Como nos recuerda la esteticista Carmen Navarro, “los caracoles son capaces de deslizarse por el filo de un cuchillo sin cortarse. Esta resistencia titánica convierte su baba en la mejor capa protectora y aislante de los ataques externos. Se puso de moda hace ya una década pero hoy vuelve con fuerza porque su capacidad de regeneración y de protección es difícilmente igualable”. El tratamiento Escudo Triple Acción que realizan en sus centros es único a la hora de liberar a la piel de los efectos nocivos de la polución y está orquestado en torno a este activo (52 euros). Desde el salón de peluquería Oliveras también defienden la supremacía de este molusco. “El tratamiento de baba de caracol es un antiedad capilar (25 euros), ya que aporta brillo, hidratación, fuerza, evita la caída y favorece el crecimiento”, explica Carlos Oliveras. A nivel cosmético, con mayor concentración de este activo es la Crema Regeneradora Helix Active de Armonía Bio (25,50 euros), un producto que hidrata, suaviza y atenúa las manchas.

Agua de oliva
Que no aceite. Es otro ingrediente residual que está demostrado una gran eficacia cosmética. Como señala Catalá, “un reciente estudio realizado por una prestigiosa Universidad en la Toscana ha identificado un elevado contenido en polifenoles en las aguas residuales que quedan después de lavar las aceitunas y antes de pasar al prensado para la extracción de su aceite y resulta excelente como antioxidante”.

Hierbajos y “malas hierbas”
Los jardineros las arrancan sin miramientos, pero no son conscientes de lo que una “mala hierba” puede hacer por la juventud de la piel. La malva silvestre es una de ellas. La industria cosmética se percató hace algunos años de sus propiedades y la incluye en muchas de sus formulaciones para calmar y regenerar la piel más sensible. La firma Weleda ha formulado toda su línea de cuidados para bebés en torno a la malva blanca. La Face Cream (10,50 euros) está especializada en pieles atópicas.

Otro hierbajo que ha ascendido a ingrediente indispensable es la budleja. Es considerada una mala hierba por su rápido e inoportuno crecimiento en lugares como vías de tren abandonadas. Sin embargo, como indica Pedro Catalá, “sus hojas están cargadas de antioxidantes y estudios de la Universidad de Zurich han demostrado un efecto protector y reparador de las células de la piel frente a las radiaciones solares”. En la actualidad es un imprescindible dentro de la categoría de los productos ‘antipolución’. Está presente en Ideal Moisture Level Serum de Twelve Beauty (64 euros).

Sin embargo, que no formen parte de los bouquets florales más top no significa que su introducción en cosmética salga más rentable. Como aclara Catalá, “el proceso de extracción suele ser igual de complejo al de otros ingredientes y no abarata costes, es más, suelen ser mas caros, la única ventaja radica en su sostenibilidad ya que hay una gran fuente de estas plantas porque se reproducen rápidamente y crecen en muchos hábitats”.

Resurgir de las cenizas
Es el súmmum de la sostenibilidad. Aprovechar las cenizas resultantes de la quema de bosques y darles una segunda vida donando parte de los beneficios a la reconstrucción forestal es lo que hace la empresa española Ashes to Life. En el equipo hay biólogos, ingenieros técnicos forestales, investigadores e historiadores. Como explica su CEO, Alejandro de Antonio, “fueron éstos últimos los que, estudiando distintos documentos de antiguas culturas como la babilónica o la egipcia encontraron referencias al uso de la ceniza de origen vegetal para la creación de una ‘pasta jabonosa’ que utilizaban tanto para limpiar su cuerpo como para cuidar su piel”. Se trata de un producto 100% natural, altamente poroso y con un elevado contenido en carbono (al 98 %). Los beneficios de este peculiar ingrediente nos los detalla de Antonio “la ceniza vegetal es capaz de absorber toxinas, impurezas u otras sustancias que pueden resultar dañinas y perjudiciales para la piel, ayudando a que quede mucho más sana e hidratada”. Uno de sus productos más vendidos es el Jabón de Ceniza Hidratante (18,50 euros).

Hilajos y hebras: de desecho nada
Seguro que estas harta de quitar las hebras del plátano para tirarlas a la basura junto con la cáscara. Muy mal hecho. Lo dice Nerea Rodríguez, Wellness Expert del hotel Barceló Portinatx. “Los filamentos del plátano contienen mucha más cantidad de fibra que el resto del plátano, concretamente un tipo de fibra soluble llamada pectina que refuerza la salud intestinal. También tienen una alta concentración de vitamina B6, calcio, antioxidantes, y potasio y magnesio en abundancia que favorecen la función de los músculos y los nervios”.

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