9 fotosNueve ocasiones en las que la reina Isabel II inspiró a los diseñadores de modaLa emblemática silueta de Isabel II, reconocible entre cualquier multitud, se ha convertido en una imagen presente en la inspiración de muchos diseñadores.Patricia Rodríguez11 sept 2022 - 19:48CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceDesde hace varias décadas la imagen de la reina Isabel II ha formado parte de la cultura pop, mucho más allá de las fronteras de Reino Unido. Convertida en figurita de souvenir o en protagonista de póster y camisetas, su silueta inconfundible y desacralizada ha servido tanto de decoración como de protesta. También de inspiración para todo tipo de creativos que han recurrido a su inconfundible estilo. Sobre todo a sus atuendos informales en el campo, en las carreras de caballos o en su adorada Escocia donde fallecía el pasado jueves. A esa estampa recurrió por ejemplo el director creativo de Max Mara, Ian Griffiths, para sustentar la colección con la que celebró los 70 primeros años de la firma, el pasado otoño-invierno 2021/22.Tan conocido como su look en Balmoral es el retrato de Cecil Beaton que se convirtió en protagonista de la camiseta que en 1977 diseñaron Vivienne Westwood y Malcom McLaren. Emblema del punk y de toda una época, esa imagen era de nuevo rescatada en 2008 por Alexander McQueen. El diseñador la distorsionó y la estampó sobre uno de los vestidos de su colección The Girl Who Lived in the Tree (otoño-invierno 2008/09), que precisamente reflexionaba sobre la colonización de India.Es muy posible que Miuccia Prada, que dijo que Isabel II era una de las personas más elegantes del mundo, se fijara en sus instantáneas ecuestres de niña a la hora de diseñar su colección otoño-invierno 2016/17 para Miu Miu.Princess Margaret on acid (la princesa Margarita puesta de ácido) fue el nombre con el que Christopher Kane bautizó a su propuesta para la primavera-verano 2011. Una colección de recatados trajes de chaqueta y jerséis de rombos que se inspiraban tanto en la hermana de la reina, la princesa Margarita, como en el trabajo de Norman Hartnell, el diseñador que visitó a Isabel II en sus primeros años como monarca (suyos fueron su vestido de boda o el traje que lució en su coronación).Una escena que nunca tuvo lugar, la de la reina bailando libremente en el Cotton Club, inspiró la colección primavera-verano 2018 de Erdem. “Su padre [el rey Jorge VI] había sido un gran fan de la música de Duke Ellington”, contaba en el backstage el diseñador Erdem Moralioglu, al que se le ocurrió la idea tras encontrar una instantánea en la que la monarca recibía al músico de jazz en 1958.En 2018 la reina de Inglaterra causó furor en la semana de la moda de Londres al sentarse, junto a Anna Winour, en el front row del desfile de Richard Quinn. El londinense se había convertido en el primer ganador del premio Reina Isabel II al diseño británico emergente. El amor es recíproco: los pañuelos coloridos y estampados de la soberana han inspirado varias de las colecciones del joven diseñador, que suele recurrir a reutilizar tejidos, como también hace la monarca desde hace décadas. “Cuando ves un bolso a juego, zapatos, abrigo, piensas en ella de cualquier manera”, decía al finalizar su desfile otoño-invierno 2018/19, un ejercicio en el que estiró hasta la hipérbole ese conjuntar prendas del que era fan Lilibeth.También recíproca es la relación entre la reina Isabel II y la casa Gucci. Ella utiliza con asiduidad algunos de sus accesorios (especialmente pañuelos de seda y mocasines con hebillas) y la marca italiana la usa a ella de inspiración. Sobre todo tras la llegada de Alessandro Michele, que desde su primeras colecciones (en la imagen, primavera-verano 2016) ha recurrido a los pañuelos en la cabeza, las gafas grandes o los colores primarios para construir su reconocible estética.Tras siete décadas de reinado, el legado de Isabel II en materia de estilo consiste (nada más y nada menos) en haber delimitado lo que el mundo entiende por estilo tradicionalmente británico. Por eso cuando Alessandro Michele viajó a Londres para presentar la colección de Gucci crucero 2017, muchas de sus referencias salían de nuevo del armario de la soberana.Isabel II siempre ha utilizado la moda como una herramienta más para cumplir con su misión. No fue una alumna aventajada en este campo, porque la monarquía siempre ha recurrido a los símbolos para asentar su poder, pero sí una de las primeras en hacerlo a través de los medios de comunicación de masas. Los vestidos de tul 'princesiles' que lució en los años cincuenta y sesenta bien podrían aparecer colgados del panel de inspiración de otra inglesa amante del tul, Molly Goddard (en la imagen, primavera-verano 2017).