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Así ha cambiado físicamente Kylie Jenner, la pequeña del clan Kardashian A sus 20 años, Kylie Jenner es una de las jóvenes más influyentes del mundo con más de 108 millones de seguidores en Instagram. Tiramos de archivo para recordar cómo era antes de someterse a retoques estéticos y exagerados maquillajes. A sus 20 años, Kylie Jenner –la pequeña del televisivo clan Kardashian– es una de las jóvenes más influyentes del mundo. Lo dicen las listas de la revista Time y los más de 108 millones de personas que siguen su vida en Instagram. Su línea de maquillaje se agota constantemente y todo lo que hace, dice o se pone se convierte en titular. Su estilo y su aspecto físico –dos de las facetas que más interés despiertan en sus seguidores– han ido evolucionando y cambiando llamativamente en los últimos años. Sus voluminosos labios, uno de los aspectos que más admiración genera entre sus fans y que incluso inspiró un absurdo reto viral, no siempre fueron así. “Tenía 15 años y me sentía insegura con respecto a mis labios. Los tengo muy pequeños. Durante uno de mis primeros besos, un chico me dijo, ‘No pensaba que besases tan bien porque tienes los labios muy pequeños’. Y yo me lo tomé fatal. Cuando un chico que te gusta te dice algo así, no sé, realmente me afectó. No me sentí deseada ni guapa”, explicó en su programa, Life of Kylie. Al principio comenzó a perfilarlos para aumentar visualmente su volumen, pero después recurrió a la cirugía estética. A la izquierda, una imagen de 2009 en la que Kylie Jenner aún lucía las facciones aniñadas de una joven de 12 años. A la derecha, durante su aparición en los Billboard de 2014, donde sorpendió a todos con un nuevo color de pelo (el primero de muchos). Su estilo también ha ido transformándose. En su adolescencia lucía la ropa propia de una niña de su edad, pero pronto –a partir de los 16– empezó a explotar su faceta más sexy. Actualmente su estilo es muy similar al de su mediohermana Kim Kardashian. Las prendas que realzan sus curvas y no le temen a enseñar piel son las claves de su aspecto. En la imagen, junto a su hermana la modelo Kendall Jenner en 2008 y 2015, respectivamente. El tinte y las pelucas de colores son sus dos grandes aliados para cambiar de apariencia a la velocidad de la luz. Ya en 2011 (izquierda) probaba suerte con su primera coloración, unas discretas mechas rojizas que con los años han dado paso al rubio, el azul, el verde o el rosa. Sus constantes cambios de look la hacen casi irreconocible en algunas imágenes. Además de los labios, su cirujano (que incluso se ha dejado caer en el reality de la familia) ha confesado que Kylie también se ha retocado otras zonas del rostro. Al parecer, varias intervenciones han ido modificando poco a poco sus rasgos los últimos años: mirada más rasgada, barbilla menos afilada y un extra de volumen en pecho y trasero. La joven acaba de ser madre de su primera hija, una niña a la que ha llamado Stormi. Tras dar a luz, compartió con sus seguidores su truco para recuperar rápidamente su figura: utilizar corsé. La joven colgó en Instagram una imagen promocional de uno de estos artilugios y las críticas no se hicieron esperar. Sus hermanas también se han declarado fanáticas de los corsés en varias ocasiones. 2013 VS 2018: el cambio de físico y estilo (aunque en la foto de la izquierda está desfilando) es innegable. La cuenta de Instagram de Kylie es una oda a su físico: abundan los selfies y toda clase de poses. Muchas adolescentes quieren parecerse a ella y tanto ellas como sus hermanas son responsables de un nuevo y admirado canon: curvas muy marcadas, maquillaje exagerado y look artificial. A la derecha, Kylie posa en una de las imágenes promocionales de su línea de maquillaje homónima. El contouring, las cejas maquilladas y los labios perfilados y mate son las claves de su look de belleza, el mismo que suscita exhaustivos tutoriales en YouTube para intentar imitarlo. Su melena lisa y negra la acompañó toda su adolescencia y regresa, de cuando en cuando, a su vida. Así la llevaba en 2011 y así la luce ahora, en una imagen reciente de Instagram en la que aparece con el rostro prácticamente lavado. En la foto podemos comprobar que, incluso sin maquillaje, sus rasgos siguen siendo distintos a los de hace unos años. Hace un par de años apostó por el rubio aunque, como su hermana Kim, va pasando de rubio a moreno sin cesar y, en su caso, introduce mechas y colores 'fantasía' entre medias. A la izquierda, la joven posando en 2010 (13 años). A la derecha, en la gala Met de 2017, cuando sorprendió con su nueva melenita rubio platino. Sus características pecas quedan ahora borradas por el maquillaje. En 2012 ya lucía la colección de agujeros en la oreja que tiene ahora. Pero el cambio entre ambas imágenes es muy significativo. En Keeping Up with the Kardashians, el reality que lanzó al estrellato al clan, veíamos a unas pequeñas, naturales e inocentes Kendall y Kylie Jenner. Con los años se han convertido en expertas en lidiar con los medios de comunicación y han ido perdiendo espontaneidad en pos de crear un sello de identidad reconocible (y muy monetizado). ¿Cómo seguirá evolucionando su estilo en los próximos años? De momento todo a punta a que el contouring, el maquillaje marcado y los retoques estéticos seguirán presentes.