Los niños españoles duplican el consumo máximo de azúcares añadidos aceptado por la OMS: “Son cifras muy preocupantes”
El 65 % de los azúcares extra que consumen los menores procede de alimentos con un bajo aporte de nutrientes, como galletas y refrescos
Los niños españoles consumen 55,7 gramos diarios de azúcares añadidos, más del doble de los 25 gramos recomendados (como máximo) por la OMS, y solo el 35% procede de alimentos con alto contenido de nutrientes. Son datos recogidos en un estudio del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Granada (UGR). El informe se publicó el pasado enero en la revista Nutrients y este jueves se han presentado los resultados en una rueda de prensa. Los autores han destacado la necesidad de revisar la ...
Los niños españoles consumen 55,7 gramos diarios de azúcares añadidos, más del doble de los 25 gramos recomendados (como máximo) por la OMS, y solo el 35% procede de alimentos con alto contenido de nutrientes. Son datos recogidos en un estudio del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Granada (UGR). El informe se publicó el pasado enero en la revista Nutrients y este jueves se han presentado los resultados en una rueda de prensa. Los autores han destacado la necesidad de revisar la dieta de los menores para priorizar los alimentos que aporten más nutrientes y menos azúcares añadidos, así como la reformulación de los productos por parte de la industria alimentaria. Estas cifras son “muy preocupantes”, ha alertado Jesús Francisco Rodríguez, catedrático de Fisiología de la UGR y autor principal de la investigación.
El 65% de los azúcares añadidos que consumen los niños a diario procede de alimentos y productos con una baja densidad nutricional, como el cacao en polvo, las galletas y los refrescos. El 35% restante sí que los obtienen de alimentos con más aporte de nutrientes, como los postres lácteos, los cereales de desayuno, batidos envasados con al menos un 90% de leche y los yogures azucarados o de sabores.
La leche (de alta densidad nutricional) es el alimento que más consumen los pequeños y, entre otros, les aporta nutrientes esenciales como proteínas, calcio, y vitamina A, ha señalado Rodríguez. El producto mejor valorado por los expertos es la leche infantil enriquecida. Esta categoría aporta el doble de nutrientes que la leche normal y contiene menos de 5 gramos por ración, por lo que supone “una oportunidad para mejorar el patón dietético”, dicen.
Los autores han mostrado su preocupación por la alta frecuencia con la que se consumen otros productos, como las galletas y el cacao en polvo, con más de 10,3 y 7,3 gramos de azúcares adicionales por ración, respectivamente. Esto hace que sean los alimentos que más azúcares extra proporcionan a los niños, aunque su aporte nutricional es bajo. Por otra parte, los cereales de desayuno y los batidos con al menos un 90% de leche aportan, cada uno, un 6 % de los azúcares añadidos. Estos dos últimos, según los investigadores, se pueden mantener en la dieta siempre que el consumo total de azúcares añadidos se mantenga por debajo de lo aconsejado por la OMS.
La percepción de los padres
Algo que ha sorprendido a los autores es la percepción errónea de algunos padres sobre el perfil nutricional de los alimentos que les dan a sus hijos. Consideran que productos como las bebidas energéticas, las barritas de chocolate o los helados tienen una calidad nutricional normal, pero todos ellos aportan más de 15 gramos por ración de azúcares adicionales. Con las galletas ocurre lo mismo, aunque tienen algo menos de azúcar extra (10 gramos por ración), y están muy presentes en las dietas infantiles.
En el trabajo destacan la confusión de las familias sobre la repostería casera, como los bizcochos, que creen que tiene un perfil nutricional parecido al de la leche enriquecida, aunque en realidad cada ración contiene 17 gramos de azúcares adicionales y es de bajo aporte nutricional. “Parece que lo que hacemos en casa es saludable, pero los azúcares añadidos siguen estando ahí”, ha apuntado María Dolores Mesa-García, catedrática del departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la UGR y también autora del estudio.
Una de las principales conclusiones de la investigación es que no se debe determinar el valor nutricional de un alimento solo por la cantidad de azúcares adicionales que contiene. También hay que tener en cuenta el resto de nutrientes que puede aportar. “En el contexto de una dieta saludable y nutricionalmente adecuada, se podría mantener un consumo ocasional de productos con calidad nutricional baja, siempre que el contenido de azúcares añadidos sea bajo o moderado”, ha apuntado Rodríguez, catedrático de Fisiología de la UGR.
Otra de las apuestas es la reformulación de los productos que aportan azúcares añadidos y que están muy presentes en la dieta de los niños. Además, los autores también han recomendado que desde las familias se acostumbre a los niños a sabores menos dulces para poder ir reduciendo la cantidad de azúcares extra de los alimentos progresivamente. Una de sus recomendaciones es añadir fruta a la repostería casera para tener que poner menos azúcar en la receta.
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