Un proyecto europeo busca diagnosticar el cáncer de páncreas con un análisis de sangre
El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas participa en la investigación, dotada con 10 millones de euros, para la detección temprana de esta enfermedad
El de páncreas es uno de los tipos de cáncer más difíciles de detectar. Normalmente, cuando da la cara ya está en fase avanzada y ha provocado metástasis, explica Héctor Peinado, jefe del Grupo de Microambiente y Metástasis en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). El científico participa en un proyecto europeo que pretende lograr la detección temprana de esta enfermedad a través de un análisis de sangre mínimamente invasivo. La investigación, que acaba...
El de páncreas es uno de los tipos de cáncer más difíciles de detectar. Normalmente, cuando da la cara ya está en fase avanzada y ha provocado metástasis, explica Héctor Peinado, jefe del Grupo de Microambiente y Metástasis en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). El científico participa en un proyecto europeo que pretende lograr la detección temprana de esta enfermedad a través de un análisis de sangre mínimamente invasivo. La investigación, que acaba de comenzar, recibirá 10 millones de euros de la Comisión Europea hasta 2027. En ella participan ocho países distintos, como Alemania, Francia y Reino Unido, y 17 centros de investigación, entre ellos el CNIO.
Durante los próximos cuatro años, los investigadores del proyecto PANCAID (por el acrónimo en inglés de detección inicial de cáncer de páncreas mediante biopsia líquida) buscarán biomarcadores en la sangre que alerten de la presencia del tumor en fases iniciales. Para ello, se utilizarán muestras de unos 2.000 pacientes con cáncer de páncreas, con lesiones precursoras de la enfermedad y de personas en situación de riesgo por factores genéticos.
Uno de los encargados de esta tarea es Peinado, que trabaja con la biopsia líquida desde hace unos cinco años. Hasta ahora, su uso se había destinado mayoritariamente al seguimiento de pacientes con cáncer para evaluar la evolución y la respuesta de estas personas durante el tratamiento, cuenta el investigador.
Buscamos identificar el cáncer de páncreas antes de que dé síntomasNuria Malats, jefa del Grupo de Epidemiología Genética y Molecular del CNIO
Una vez que hayan identificado los biomarcadores, otro equipo empleará la inteligencia artificial para seleccionar los mejores y las posibles combinaciones que se pueden hacer. Con estos datos esperan obtener una firma de marcadores que permita detectar la enfermedad en estadios muy iniciales, cuando los pacientes aún pueden ser tratados de forma radical, explica Nuria Malats, jefa del Grupo de Epidemiología Genética y Molecular del CNIO, que también está involucrada en este trabajo.
La investigadora cuenta que algunos de los motivos por los que es tan difícil dar a tiempo con este cáncer son la propia naturaleza del órgano, que hace que los síntomas aparezcan tarde, y su localización. El páncreas se encuentra en la parte posterior del abdomen, una zona que tiene mucho espacio para que un tumor vaya creciendo sin dar síntomas, según Malats. “Lo que buscamos es, justamente, identificarlo antes de que de síntomas”, añade.
A estas dificultades se suma que en España no hay una política de cribado para la detección temprana del cáncer de páncreas, como pasa con el de mama o el de colon, cuenta Ana Fernández, vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Además, la sintomatología es muy inespecífica y tiene dos formas de presentarse. El paciente puede presentar dolor abdominal y lumbar; pérdida de peso y de apetito que no tengan explicación, e incluso ictericia (una coloración amarillenta de la piel y la parte blanca de los ojos por exceso de bilirrubina). Otras personas, en casos más agudos, pueden sufrir una obstrucción del conducto biliar (donde se transporta la bilis dentro y fuera del hígado), expone la investigadora del CNIO.
Este proyecto puede suponer una nueva opción para intentar aumentar la supervivenciaAna Fernández, vocal de la Junta Directiva de la SEOM
En el primer caso, cuando el médico ve que los síntomas se prolongan en el tiempo y no remiten, le pide al paciente pruebas de imagen abdominal, para que se haga resonancias, y se va procediendo con el diagnóstico, manifiesta Malats.
En España murieron 7.663 personas por cáncer de páncreas en 2021, según el INE. Con un índice de mortalidad del 83%, en esta patología “la incidencia es casi igual que la mortalidad”, expone Fernández. La enfermedad causa la muerte habitualmente en el primer año tras el diagnóstico y cinco años después sobrevive menos del 5%. Solo el 20% de los casos diagnosticados son operables y, en este caso, un lustro después de la cirugía siguen vivas el 20% de las personas operadas, añade Fernández. Por eso, para la oncóloga médica del Complejo Hospitalario de Orense, “este proyecto puede suponer una nueva opción para intentar aumentar la supervivencia”.
Otro aspecto que preocupa a los tres profesionales es el aumento de casos de la enfermedad. En 2020 se diagnosticaron 8.200 pacientes con cáncer de páncreas, este año la SEOM estima que los casos llegarán a 9.300. No encuentran explicación para este fenómeno, pero Malats señala que el aumento se produce en paralelo al de la obesidad y la diabetes.
La oncóloga cuenta que no se conoce de forma clara la causa de la enfermedad. Los factores de riesgo son el tabaquismo, la diabetes, la obesidad y la pancreatitis crónica, pero “hay mucha gente que no tiene muchos de ellos y, sin embargo, desarrolla cáncer de páncreas”, expone Fernández.
Héctor Peinado, del CNIO, resalta lo ambicioso de este proyecto: no tanto por la inversión económica, sino por la magnitud de la enfermedad y por la forma de abordar la investigación. Además de los grupos que se encargan de desarrollar la biopsia líquida y de gestionar toda la información para procesarla, cuentan con otros que abordan perspectivas diferentes, como el impacto económico que supone la enfermedad y cómo puede cambiar con esa detección temprana.
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