¿Quién va ganando? Así se traducen las últimas encuestas en escaños
Nuestra estimación coloca al PSOE alrededor de 113 diputados, seguido de PP (75), Ciudadanos (58), Vox (38) y Unidos Podemos (36). La mayoría de derechas ya no es el resultado más probable
Las encuestas siguen en movimiento. Según el promedio de EL PAÍS, que se alimenta de decenas de sondeos de distintas empresas, el PSOE marcharía primero con un 27% de votos, seguido de PP (20%), Ciudadanos (16,3%), Podemos y sus confluencias (13,8%) y Vox (12%).
Desde las elecciones andaluzas de diciembre hay dos tendencias en marcha. En la izquierda sube el PSOE y baja Podemos, que pierde un tercio de sus simpatizantes. Por la derecha sube Vox y cae Ciudadanos. El partido de Albert Rivera se ha dejado cuatro puntos desde diciembre.
Estas tendencias las observan todas las empresas encuestadoras.
Los sondeos también observan una ligera recuperación de la izquierda. La suma de PP, Ciudadanos y Vox supera al PSOE y a Podemos en 7,5 puntos, que es un punto menos que hace un mes.
El voto sigue derechizado en comparación con 2016. Pero eso no se traducirá necesariamente en más diputados. La aparición de Vox hace que ahora la conversión beneficie al PSOE. Primero, porque los votos de Vox pueden perderse en provincias donde no consiga escaños, pero también porque los socialistas pasarán primeros en muchos territorios y se beneficiarán del sesgo mayoritario del sistema electoral. En 2016 el PP convirtió un 33% de votos en un 39% de escaños; ahora PP y Vox suman casi los mismos votos, pero solo conseguirían un 32% de escaños según mis cálculos.
Escenario central: bloqueo
De acuerdo con nuestra estimación de escaños (cuya metodología puede leerse al final), el resultado más probable ahora mismo no deja ninguna mayoría clara. La suma de PP, Ciudadanos y Vox ronda los 171 escaños; podría alcanzar la mayoría de 176 si los sondeos los infraestiman, pero es más probable lo contrario: que se queden cortos.
En ese caso, las alternativas por la izquierda tampoco tendrían una aritmética sencilla. La suma de PSOE, Podemos y sus confluencias rondaría los 149 escaños y estaría lejos de sumar. Pedro Sánchez necesitaría el apoyo de los partidos periféricos (ERC, PDeCat, PNV, etcétera) para gobernar. También aumentan las opciones de que PSOE y Ciudadanos sumen 176 escaños, aunque esa negociación tampoco se antoja sencilla.
Escenario 2: sube la derecha
El escenario anterior es el más probable, pero no es muy probable: pende de un hilo. Basta un error normal en las encuestas para que las mayorías viables cambien por completo. Imaginemos, por ejemplo, que las encuestas vuelven a infraestimar el voto de la derecha, como pasó en Andalucía, y que PP, Ciudadanos y Vox mejoran sus encuestas en 3 puntos. En ese caso, la mayoría de la derecha sería mucho más probable. También aumentarían las opciones para un acuerdo entre PP y Ciudadanos que excluyese a Vox, aunque seguirían siendo muy bajas.
Este escenario no es arbitrario. Esos 3 puntos de desviación respecto de las encuestas actuales se corresponden con el error medio de los sondeos a 50 días de unas elecciones en España, según un análisis de todas las generales desde 1986. Es habitual que el resultado final se desvíe en esa proporción y no es raro que se desvíe más.
Escenario 3: sube la izquierda
El último gráfico muestra un escenario donde la suma de PSOE y Unidos Podemos mejora sus sondeos actuales en 3 puntos. En ese caso, la derecha tendría muy difícil sumar una mayoría y el PSOE simplificaría sus negociaciones para alcanzar el Gobierno. Los socialistas sumarían alrededor de 170 escaños con Unidos Podemos y podrían no necesitar a los independentistas para gobernar (podría bastarles el apoyo del PNV y Coalición Canaria). El ascenso del PSOE también haría crecer su suma con Ciudadanos, siempre que el partido de Rivera se mantuviese por encima del 14% o 15% en votos.
Estos tres escenarios reflejan la incertidumbre de este ciclo electoral. Demuestran que pequeños cambios en el equilibrio de votos pueden alterar por completo las mayorías en el Congreso. Esto no siempre es así, porque a veces un partido o un bloque parte con mucha ventaja, pero es una realidad inexorable en esta ocasión. Las elecciones del 28 de abril son, de momento, casi impredecibles.
Metodología. Estos números son un ejercicio de aproximación. Primero, porque las encuestas siempre lo son; segundo, porque no han parado de moverse en el último año; y tercero, porque todavía quedan muchas semanas hasta la votación.
Promedio de encuestas. El promedio tiene en cuenta decenas de sondeos para mejorar su precisión. Los datos han sido recopilados en su mayoría en Wikipedia. En el caso del CIS se incluyen una estimación propia a partir de sus datos en brutos. El promedio está ponderado para dar distinto peso a cada encuesta según tres factores: el tamaño de la muestra, la casa encuestadora y la fecha.
Estimación de escaños. Nuestro cálculo de diputados sale de un proceso en tres pasos: 1) tomamos el promedio de encuestas a nivel nacional, 2) proyectamos ese voto nacional sobre cada provincia, tomando como referencia los resultados electorales de 2016, y 3) calculamos los escaños en cada provincia aplicando el método D’Hondt. El voto de PP, PSOE, Ciudadanos, Unidos Podemos y el resto de partidos lo proyectamos sobre cada provincia tomando el resultado de 2016 como referencia. La única excepción es Vox. Como el partido es prácticamente nuevo, para proyectar sus votos en cada provincia no usamos el resultado de 2016, sino las transferencias desde el resto de partidos hacia la formación. Sabemos por encuestas del CIS, Celeste-tel, Metroscopia e IMOP que alrededor del 60% de los votantes de Vox vienen del PP, un 18% de Ciudadanos, un 3% del PSOE, un 4,5% de Podemos y un 15% de la abstención. Eso nos permite estimar el voto de Vox en cada provincia a partir del voto de esos partidos en 2016, asumiendo que los flujos son iguales en todas ellas.
El error de las encuestas en España. El error absoluto medio (MAE) de los promedios de encuestas en España ha rondado los 2 puntos por partido (según una base de datos que hemos construido con todas las elecciones generales desde 1986). Pero esos errores dependen de dos cosas: del tamaño del partido y de la cercanía de las elecciones. Para tener en cuenta esos factores hemos recurrido a la base de datos de Jennings y Wlezien, recientemente publicada en Nature. Hemos analizado los errores de más de 4.100 encuestas en 241 elecciones de 19 países occidentales. Así hemos construido un modelo sencillo que estima el error MAE del promedio de votos estimado por las encuestas para cada partido, teniendo en cuenta: i) su tamaño (es más fácil estimar un partido que ronda el 5% de votos que uno que supera el 30%), y ii) los días que faltan hasta las elecciones (porque las encuestas mejoran al final). De acuerdo con ese modelo, el error medio esperado para un partido con el 20% de votos es de 2,3 puntos la última semana y de 3,2 puntos cuando todavía quedan 60 días para la votación. El margen de error (al 95% de confianza) supera los 5 puntos la última semana y casi alcanza los 8 cuando quedan 60 días.
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