Tensa reunión del grupo socialista en el Senado

El grupo parlamentario socialista en el Senado vivió este martes una tensa reunión que acabó con intervenciones subidas de tono, según fuentes presentes, por las críticas de varios senadores a la medida anunciada por Pedro Sánchez de que los parlamentarios del PSOE experimenten una subida de sueldo de solo un 0,25% en solidaridad con los pensionistas. La tensión se puso de manifiesto el día que EL PAÍS informó del malestar en el grupo socialista en el Congreso. La portavoz, Margarita Robles, negó que exista un problema y retó a los críticos a salir a la luz.

Varios senadores tomaron la palabra en la reunión en el grupo parlamentario en el Senado de ayer por la mañana para pedir explicaciones por la medida con la que Pedro Sánchez cerró la escuela de Gobierno del PSOE el pasado domingo. La iniciativa ha causado malestar en un sector de los senadores que la cuestionan por “populista” y porque pone el foco en los políticos en lugar de en la sostenibilidad del sistema de pensiones.

El senador por La Rioja Kiko Martínez Aldama tomó la palabra, según fuentes presentes, para cuestionar la estrategia política detrás de una medida que además no había sido compartida con los senadores a los que va a afectar, que se enteraron por la prensa. La senadora andaluza María José Fernández fue más dura al calificar de “ridícula” y “populista” la propuesta, mientras el senador Francesc Antich, expresidente de Baleares, intervino para rechazar que la dirección del PSOE ponga el foco en lo que cobran los políticos. También José Martínez Olmos, senador andaluz, tomó la palabra y cuestionó la medida.

El mayor enfrentamiento se vivió entre la senadora María Luisa Carcedo —que presidía la reunión en sustitución del portavoz, Ander Gil— y el senador Modesto Posse, que expresó sus dudas sobre el proyecto del PSOE. “Nunca he visto tanta tensión”, afirmó un parlamentario, que describió “gritos” de Carcedo al contestar a las dudas de Posse.

La accidentada reunión en el grupo en el Senado se produjo tras informar este periódico del malestar en un sector del grupo parlamentario socialista en el Congreso. Los diputados socialistas tuvieron también ayer reunión de grupo en la que Margarita Robles negó la existencia de problemas, según fuentes presentes, mientras en público dijo sentirse “absolutamente respaldada” y eso “aunque algunos no les guste o quisieran otra cosa”, dijo. Robles retó a los críticos a dar la cara. “Si alguien tiene alguna queja que lo diga públicamente”, inquirió.