El fiscal se impone
La duda ahora es quién continuará las pesquisas de las cuatro piezas separadas
Después de varios años intentándolo, el fiscal Alfonso San Román se ha salido con la suya y ha conseguido que la nueva juez que instruye el caso Villarejo, María del Pilar Martínez Gamo, disuelva la comisión judicial de la Policía Nacional que había llevado el peso de la investigación desde el principio. Una decisión cuanto menos discutible, teniendo en cuenta además que la policía había entregado el miércoles y este viernes dos informes demoledores en los que se explican las razones que pudieron llevar al comisario José Manuel Villarejo a planear y ejecutar la grabación, manipulación y difusión de una conversación entre dos policías y dos agentes del CNI. Una actuación por la que el comisario está imputado.
El jueves, la juez y el fiscal mantuvieron una reunión para analizar la marcha de la instrucción y echaron un vistazo al último informe. Tras el encuentro, la magistrada citó al inspector que dirige la comisión para este viernes a última hora de la mañana y allí le informó de que había hecho un gran trabajo pero que ya no le necesitaba. Después, se fue de vacaciones. Por su parte, el fiscal, casi sin tiempo para estudiar el informe, informó negativamente sobre todas las peticiones contenidas en el documento. Algo inexplicable. ¿O no?
La verdad es que la actuación del fiscal San Román durante toda la instrucción, apoyado por el fiscal jefe de Madrid, José Javier Polo, se ha caracterizado por oponerse una y otra vez a todas las peticiones de la comisión judicial y recurrir, una tras otra, la mayoría de las acciones del anterior juez del Juzgado de Instrucción número 2, Arturo Zamarriego. En algún caso, el fiscal se llegó a situar del lado de los acusados en los recursos. La Audiencia Provincial de Madrid había apoyado al juez en todos sus movimientos, pero la salida de Zamarriego del caso (fue ascendido a la Audiencia Provincial) dejó en precario a los policías que llevaban la investigación y que fueron despedidos con buenas palabras por la nueva juez.
La duda ahora es quién continuará las pesquisas de las cuatro piezas separadas de los casos Nicolás y Villarejo que siguen abiertas. Según la juez Martínez Gamo, ya no hace falta la ayuda de los policías. Todo queda en manos del fiscal San Román y de su jefe, Polo. El mismo que hace nueve meses evitó que se investigara al comisario Villarejo por blanqueo de capitales al considerar irrelevantes dos informes diferentes de la policía que señalaban que había indicios claros de blanqueo en los movimientos de sus empresas particulares.
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