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Desayuno con té en La Moncloa

Narendra Modi, primer ministro de India, visita España para ampliar las relaciones económicas y comerciales

El primer ministro indio, Narendra Modi, este martes en Madrid.
El primer ministro indio, Narendra Modi, este martes en Madrid. Javier Lizón (EFE)

El aniversario de los 60 años de relaciones entre India y España se quedó, como tantas otras de 2016, sin celebración. Lo normal cuando un país pasa 11 meses con un Gobierno en funciones. Hoy, 29 años después de la visita de Shri Rajiv Gandhi en 1988, un primer ministro indio, Narendra Modi, viaja a España. Con algunos meses de retraso sobre la conmemoración prevista, pero eso es lo de menos.

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Lo importante es la decisión de incluir su breve estancia en Madrid en una apretada gira por Europa. Importante porque aunque España ocupa un lugar relativamente modesto en las relaciones económicas con India —séptimo socio comercial de la UE— hay sectores en los que se ha detectado un alto interés entre los dos países: defensa, infraestructuras, automóvil, energías renovables, tratamiento de aguas, tecnologías de la información, industria farmacéutica y textil, turismo... Entre responsables políticos y empresariales de Nueva Delhi cercanos a la gira de Modi se dibuja un escenario de promesas y oportunidades. “India ha abierto su política de inversiones, es un gran lugar para venir. Y España es un destino cada vez más importante para India”, afirma Payal Koul Mirakhur, vicepresidenta de Invest India.

El hombre con el que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, desayuna este miércoles en La Moncloa, Narendra Modi (66 años, Gujarat), es hijo de un vendedor de té y fue elegido primer ministro en 2014 por una clara mayoría, una novedad en India desde hace 25 años. Modi, que aspira a ocupar un lugar en la historia de los grandes dirigentes indios, está al frente de la ofensiva política y económica que quiere colocar al país en un liderazgo global como nunca ha tenido. Su entusiasmo reformista, su habilidad en la comunicación y su audacia en grandes maniobras financieras y fiscales se han visto recompensados hasta ahora con altos índices de popularidad y éxitos en elecciones locales.

¿Mantendrá Modi los planes de apertura al capital extranjero y modernización de la economía en los que puede haber un lugar creciente para España? Si la economía crece como hasta ahora, por encima del 7%, y si su ambición le hace entender que hace falta un giro social para crear más empleo y tratar de mejorar la vida de los cientos de millones de indios que están aún al margen del gran salto adelante, es posible que pueda concretar sus iniciativas y hacer realidad el frenesí de anuncios y compromisos que le caracterizan.

Se da por descontado que Modi repetirá victoria en 2019, pero, con las expectativas creadas de cambio rápido y profundo, el riesgo de decepción es elevado. Y, como señala Aaron Purie, director de India Today, “en un país tan complejo y tan diverso, el cambio es inevitablemente lento, lo cual es difícil de digerir para un electorado joven, impaciente y con grandes aspiraciones”.

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