Díaz se vuelca fuera de Andalucía para intentar ampliar la ventaja

Patxi López ha arrancado su campaña reivindicando su candidatura y advirtiendo de que la batalla entre dos bloques pone en juego “la supervivencia del PSOE”

Poco más de seis mil avales han separado a Susana Díaz de Pedro Sánchez cuando la previsión del equipo de la presidenta de Andalucía le situaba mucho más lejos ante el apabullante número de firmas que sus partidarios consiguieron para ella.

“Gana el que tiene un voto más y pierde el que tiene un voto menos”. Esta consideración de la dirigente andaluza pone de manifiesto un fuerte realismo en cómo encarar la posibilidad de que si se hace con la victoria puede ser que no sea apabullante, señalan en fuentes regionales.

El equipo de Díaz consideró que su supremacía en Andalucía más los apoyos en el resto de las federaciones, salvo en el PSC, equivaldría a sacar una distancia muy considerable a Sánchez. La sorpresa vino al constatar que el anterior secretario general ha conseguido una red de apoyos que han desbordado las previsiones de los dirigentes regionales afines a Díaz.

La importancia de los aparatos regionales no hay que subestimarla pero no es determinante, como se ha apreciado en las primarias, señala un secretario provincial partidario de Díaz, en rechazo a la tesis de que con Sánchez están los militantes y con Díaz las élites.

“Los casi 60.000 que han firmado por Susana son tan militantes como los 53.000 de Pedro”, recalca. También ha quedado claro por esa misma razón que los militantes votan con un grado de autonomía bastante notable, recalca un dirigente afín a la presidenta andaluza. No es esta la tesis de los seguidores de Sánchez que dan importancia al peso de los dirigentes en el proceso de los avales y de ahí sus expectativas de superar en votos los avales obtenidos.

Más información

La presidenta triplica en Andalucía los apoyos de Sánchez

Susana Díaz aventaja en 6.273 avales a Pedro Sánchez

Sánchez intenta sin éxito un pacto con López para sumar sus apoyos

Por esta razón, Susana Díaz, es consciente de que el trabajo hay que hacerlo con los militantes, en una campaña que nada tiene que ver con unos comicios de todos los ciudadanos. A partir de ahora tratará de compatibilizar aún más su tarea de gobernante con la de candidata a sabiendas de que la crítica de los partidos de oposición en Andalucía está asegurada durante los doce días que restan de campaña.

Su presencia en actos se incrementará, sobre todo fuera de Andalucía, ya que son en otros territorios donde debe incrementar el apoyo para garantizarse la victoria, señalan en su entorno. Ayer sábado estuvo en Cataluña donde obtuvo 874 avales frente a los 6.058 avales de Pedro Sánchez.

”Me atrevo a decir ya que el número de votos que tendré el día 21 en Cataluña será superior al número de avales", señaló en Sant Boi de Llobregat (Barcelona) en un desayuno con "con raíces extremeñas". “No he tenido oportunidad de que los socialistas catalanes conozcan mi proyecto, pero ahora me voy a dejar la piel en explicarlo”, dijo la presidenta andaluza.

En las explicaciones de los candidatos sobre sus proyectos incluirán lo que no entra en los mismos. “No voy a pedir que me apoyen a mí en vez de Patxi o en vez de a Pedro”, aseguró en clara referencia a la invitación de Sánchez a López para que se integre en su candidatura. No variará, sin embargo, el gran rótulo de su campaña cual es presentar al PSOE que ella quiere como aquél que ha ganado elecciones y que en el caso de Andalucía así sigue siendo.

“Un partido ganador pero de izquierdas”, le respondió ayer Pedro Sánchez. "A aquellos que quieren un partido ganador, les decimos que sí, claro que sí, ganador, pero desde la izquierda y con una estrategia coherente". "Vamos a dejar atrás el PSOE de cuatro o cinco por el de la militancia", insistió en Elche (Alicante), en un acto en el que reunió a más de 1.500 personas, en el mismo lugar donde días antes la presidenta andaluza congregó a unas 500.

Movilización de Sánchez

La intensa movilización de los partidarios de Sánchez es una evidencia que reconocen los partidarios de Díaz con enorme preocupación.

Desde las filas de Pedro Sánchez creen que hay “voto oculto” a su favor en Andalucía y puede incrementar el apoyo en el País Vasco, además de mantener vivos los que ya tiene. El trasvase de apoyos de Patxi López a su candidatura le parece vital. “Voy a seguir llamando a la unidad antes y después del 21”, señaló ayer Sánchez, en el entendido de que esa unidad es una apelación a los que se opusieron a abstenerse ante Mariano Rajoy” y quieren un partido “de izquierda”, es decir, a los seguidores de Patxi López, que ha rechazado retirar su candidatura para integrarse en la de Pedro Sánchez. "Algunos y algunas están preocupados tras los avales, pero esta candidatura ni es radical ni va a romper el partido. Al contrario. El discurso del miedo y de la mentira es el de la derecha", proclamó ayer el líder socialista, consciente de que muchos militantes socialistas rechazan la posibilidad de pactos con Podemos o con partidos secesionista.

En este contexto de enfrentamiento entre todos, el dirigente vasco Patxi López, mantendrá su discurso de unidad con la advertencia de que el choque entre dos partes pone en peligro la propia existencia del PSOE. “Se está planteando unas primarias para matar a Susana o unas primarias para matar a Pedro. No, paremos, las primarias tienen que ser para salvar al PSOE.

“Está en juego la supervivencia del PSOE”, alertó ayer desde Valencia el ex presidente del gobierno vasco. Las características de la campaña de López, basada en actos de tres horas de conversaciones con los militantes en grupos pequeños, le permiten calibrar la hondura de la fractura de su partido, según él mismo comenta con notable grado de alarma.