Rifaat el Asad, el dueño triste de Puerto Banús
El tío del presidente sirio pretendía levantar una ‘ciudad siria’ en uno de los mejores terrenos de la Costa del Sol
Rifaat el Asad, de 79 años y tío del presidente sirio Bachar el Asad, planeaba construir un enorme residencial para compatriotas suyos en La Máquina, una finca de alcornocal y pinsapo que ocupa un tercio del término municipal de Benahavís. En esta localidad de la Costa del Sol, donde la ostentación de la vecina Marbella se transforma en un lujo tan extremo como discreto, Rifaat había adquirido algunos de los terrenos más exclusivos y aspiraba a construir una “ciudad siria”, según el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, que el pasado martes le embargó todas sus propiedades en España, valoradas en 691 millones de euros.
Rifaat fue ciertamente discreto en sus aspiraciones. En la resolución por la que ordenó el registro de 15 de sus propiedades en Marbella y en la marina deportiva de lujo de Puerto Banús, adelantada ayer por la agencia Efe, el juez De la Mata relata que el hermano de Hafez el Asad mantenía “una lucha legal” con la Junta de Andalucía para convertir La Máquina, de 3.300 hectáreas y tasada en 60 millones de euros, en una urbanización privada.
Para transformar en urbanizables estos terrenos de alto valor ecológico —están declarados Lugar de Interés Comunitario (LIC) y el Gobierno andaluz los ha catalogado de especial protección— Rifaat contaba, según el juez, con la ayuda del despacho de abogados Montero y Aramburu, al que el magistrado requirió documentación a través de la Guardia Civil. Fuentes de este bufete afirmaron que se entregaron los datos concretos de este cliente que se le reclamaron. El Asad pretendía, según fuentes del sector de la promoción inmobiliaria que piden anonimato, construir en sus terrenos, adquirido en 1988, una urbanización similar a La Zagaleta, la más privilegiada de la Costa del Sol, con parcelas enormes, campos de golf y vistas que alcanzan a Gibraltar, donde están las sociedades bajo las que se oculta la propiedad de la mayoría de las mansiones.
Los movimientos del exvicepresidente sirio, expulsado por su hermano del país en los años ochenta por temor a que diera un golpe de Estado, no han tenido, de momento, reflejo en el planeamiento urbanístico de Benahavís. La Máquina, atravesada por el río Guadaiza y cuya vegetación, asentada sobre roca volcánica, alberga especies como el pez fraile o el corzo moruno, sigue conservando su valor ambiental.
Según el juez De la Mata, la fortuna de El Asad procede del saqueo de 300 millones de euros de las arcas del Estado sirio que le dio su hermano Hafez tras enviarlo al exilio. Quienes han tratado con él tanto socialmente como en negocios destacan su informalidad como empresario —“un día cerrabas con él un precio y al siguiente te pedía el doble”, afirma un promotor que negoció con él—. También subrayna la relativa austeridad de su vida cotidiana en Marbella.
“El Asad no era un Kashogui de turno, no tenía amigos y siempre se le veía cenando solo por Puerto Banús, acompañado de sus guardaespaldas y su chófer”, afirma un empresario, a quien le sorprende que le hayan encontrado 503 propiedades en Marbella y Puerto Banús. “Debe ser que han contabilizado como propiedades individuales todos los apartamentos de un hotel y aún así me parecen muchos”, señala esta fuente.
Además de la espectacular finca La Máquina, Rifaat posee el hotel Benabola de Puerto Banús, un establecimiento de cuatro estrellas, con 101 apartamentos y 247 plazas de garaje, y el edificio de apartamentos Gray d'Albion, en el mismo puerto deportivo y donde él reside cuando está en Marbella. También es propietario de un aparcamiento subterráneo en esa marina marbellí. En tiempos recientes vendió a un fondo de inversión unos terrenos urbanizables en la Milla de Oro marbellí, cerca del hotel Marbella Club. Según fuentes conocedoras de la operación, la venta se realizó por un precio “notablemente más bajo” que el del mercado en esa zona de primera línea de costa.
Rifaat también gestionó el chiringuito Beach Club del hotel Benabola, un Hollywood Café y otros negocios hosteleros de Puerto Banús, algunos actualmente cerrados por pérdidas.
El tío del actual presidente sirio supuestamente usó a siete de sus hijos, dos esposas y dos nueras para ocultar sus negocios y sus 503 propiedades en España, y que fue adquiriendo con un entramado de 34 sociedades vinculadas a sus familiares. Para obtener todos estos inmuebles y regentar sus negocios Rifaat Al Asad, que vive en Francia con su familia, se valió de sus allegados, pero también de un ciudadano español, Manuel Flores, y de una mujer tunecina de confianza, según el juez De la Mata.
El juez, que basa su investigación en datos de la justicia francesa —que imputó a Rifaat Al Assad en junio del año pasado—, en escuchas telefónicas y en los datos recabados en España, imputa al exvicepresidente sirio delitos de organización criminal, blanqueo y malversación. De momento, podrá seguir paseando por Puerto Banús.
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