Errejón recupera fuerzas en segunda fila y prepara su vuelta
El exnúmero dos decidió dejar pasar un tiempo para que se consolidara el nuevo equilibrio de fuerzas
Íñigo Errejón no está ni en retirada ni en proceso de rearme. Su derrota en el congreso de Vistalegre 2 le ha obligado a dar un paso atrás, pero no definitivo. Tampoco lo es de rearme interno, toda vez que el exnúmero dos de Podemos ha asumido que es a otros a quienes corresponde pilotar el barco. Errejón recupera fuerzas, centrado en el estudio y en segunda fila, mientras prepara un regreso paulatino. “Diría que es un proceso de siembra intelectual”, explica el secretario de Análisis a EL PAÍS. “No es el momento de recoger ni de correr”.
La hibernación de quien formaba el tándem con Pablo Iglesias se prolonga ya algo más de un mes. El exportavoz parlamentario de Podemos, apartado del cargo y de los focos tras la victoria de Iglesias en el congreso de mediados de febrero, ha concedido su primera entrevista desde entonces en televisión esta semana, en la que se manejó con cautela. Por un lado, sin confirmar todavía su candidatura a la comunidad de Madrid —el acuerdo con el líder de Podemos para que Errejón asuma ese cometido se filtró la semana siguiente al congreso, pero no se ha hecho oficial— y por otro, sin cuestionar las decisiones de la dirección. Lo primero aún no toca, y lo segundo ya solo lo expresa en el debate interno en los órganos del partido.
Tras Vistalegre 2, por primera vez en dos años y medio, Errejón ha podido recuperar tiempo para pensar. Y a ello está poniendo empeño. Estaban, él y Podemos, apunta, presos de la inmediatez. Todo era para ya, todo era táctica. Ahora, el ritmo político del partido y del país es otro, y eso le permite poner la “mirada larga”. Al reducir al máximo su exposición pública, el secretario de Análisis Estratégico puede dedicarse al estudio y la lectura, al “trabajo intelectual y político de método”.
Errejón ha decidido centrarse en el trabajo para la Comisión Constitucional del Congreso, de la que es portavoz, en dos líneas: la reforma del sistema electoral, que va a abordarse en una subcomisión específica, y la “constitucionalización de los derechos sociales” ya que comparte con catedráticos como Javier Pérez Royo que el pacto del 78 protegió en la Constitución bien los derechos civiles pero no así los sociales. En su repliegue, ha aprovechado también para recuperar el contacto con intelectuales como los filósofos Santiago Alba Rico o José Luis Villacañas, así como sindicalistas o catedráticos ajenos a Podemos, “recuperando el semillero, el arsenal intelectual, que ya sentía que lo estaba agotando”.
El exnúmero dos de Podemos recupera fuerzas mientras prepara un regreso progresivo a la esfera pública que hará no con un hito, sino con normalidad, esta misma primavera. Hasta ahora ha entendido que era necesario dejar pasar un tiempo prudencial desde el congreso para que se consolidara el nuevo equilibrio de fuerzas, y de ahí su silencio. Su horizonte es en todo caso a medio plazo, las elecciones autonómicas de 2019, pero a sus 33 años entiende además que tanto Podemos como él son extraordinariamente jóvenes y tienen mucho recorrido por delante. No tiene prisa.
Presupuestos, pensiones y regeneración
El secretario de Análisis Estratégico de Podemos explica que el partido está en proceso de “definición” de su acción política tras superar su discusión interna. En su opinión, su trabajo debe ir dirigido a atacar los eslabones más débiles del Gobierno del PP, y los temas clave, indica Íñigo Errejón, son los presupuestos, las pensiones y la regeneración. Al tiempo que la reforma territorial, toda vez que “no se puede normalizar lo que es una anomalía, que es que hay un problema de convivencia”.
Errejón no ha cambiado de parecer y las ideas que defendió en el congreso de Podemos que le apartaron de Iglesias siguen siendo las mismas. “Los rasgos de lo que yo he defendido no han sido ningún secreto. Siempre he puesto énfasis en la vocación de mayorías y en demostrar la posibilidad de un orden alternativo, pero orden al fin y al cabo. Creo que hay que disputarle a los poderosos la idea de que ellos representan el orden”, explica. Ahora bien, tras el congreso aporta su análisis a la dirección, de la que sigue formando parte, pero “de ningún modo siendo un obstáculo”. Iglesias decide el rumbo.
Con el líder de Podemos, tras el duro enfrentamiento que ambos mantuvieron en Vistalegre 2, Errejón afirma que ha recuperado “conexión y complicidad intelectual”. ¿Se arrepiente de algo? El diputado reconoce que el congreso tensó demasiado las costuras del partido, aunque no tiene la respuesta de cómo podrían haberlo hecho mejor. Sí ha meditado una reflexión. “A veces los dirigentes tienen que trabajar más los acuerdos para no trasladar a la militancia decisiones dicotómicas”, apunta. Las bases no querían elegir entre Iglesias y Errejón, pero tuvieron que hacerlo.
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