La gestora del PSOE renuncia a la conferencia política previa al congreso

Javier Fernández, presidente de la gestora del PSOE, consultará los próximos días a los líderes territoriales del partido una fecha aproximada para la celebración del congreso en el que se resolverá el liderazgo del partido. La reunión que la dirección interina socialista ha mantenido este miércoles no ha manejado ningún calendario más allá de la convocatoria del comité federal del 14 de enero. Será entonces cuando el máximo órgano de decisión del PSOE apruebe unas fechas tentativas que se terminarían por cerrar en un comité federal extraordinario para el que tampoco hay un periodo fijado.

“El comité federal del día 14 fijará con bastante aproximación la fecha del congreso federal. El presidente de la comisión gestora irá hablando estos días con los secretarios generales de las distintas federaciones para sondear la mejor fecha. Ese calendario se someterá a ratificación al comité federal”, ha explicado el responsable de organización y portavoz de la gestora, Mario Jiménez. Hasta que no se convoque el congreso el censo de militantes permanecerá abierto. El registro de militantes socialistas era de 190.000 (incluidos los 19.000 del PSC) en febrero del año pasado, cuando se sometió a votación el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez con Ciudadanos. Representantes de PSOE y PSC analizaron en Ferraz, en un encuentro al que no se dio publicidad, la situación política de Cataluña en un "buen clima de trabajo" según un conocedor de la reunión. 

Líderes territoriales de distintas federaciones esperan poder celebrar sus congresos autonómicos antes de que termine el mes de julio. La razón es que el mes de agosto es inhábil, lo que retrasaría los procesos congresuales que no se hubieran realizado para entonces al mes de septiembre. En ese supuesto todavía quedarían pendientes los congresos provinciales y, por último, los procesos comarcales y locales. Si en algo coinciden críticos y partidarios de la gestora es en que para final de año deben estar resueltos todos los congresos internos para así centrarse en la preparación de las elecciones autonómicas y municipales de 2019.

Ante la certeza de que el congreso será “antes del verano” como ha vuelto a recordar Jiménez, hay que recordar que los estatutos del PSOE regulan que el comité federal determinará la fecha y lugar de reunión del congreso federal “por lo menos con 60 días de antelación”. La previsión de que el congreso sea en mayo o junio obligaría, de esta forma, a que el comité federal que defina el calendario congresual del PSOE se reúna a más tardar en abril. Francisco Ocón y Francesc Antich, miembros de la gestora representantes del sector crítico, reclamaron antes de la reunión de la dirección transitoria que el congreso sea en abril. “Hoy tendría que salir una fecha”, era la pretensión de Antich.

La falta de tiempo tampoco posibilitará una conferencia política como la que el PSOE organizó en noviembre de 2013, con Alfredo Pérez Rubalcaba como secretario general. La división que reina en el partido tampoco facilita un acto de estas características. En lugar de la conferencia se celebrarán una serie de convenciones sectoriales previas al congreso que darían forma a la ponencia política que debería marcar los principios y estrategia del PSOE en los próximos años.

Según los cálculos más optimistas, la organización y desarrollo de una conferencia política requeriría de unos cuatro meses “en el mejor de los casos”, afirma un veterano organizador de procesos del partido. La fase de contenidos, incluidas las reuniones con expertos y asociaciones, supondría alrededor de mes y medio. La presentación de enmiendas de la militancia y los congresillos regionales llevaría otros dos meses; y la conferencia requeriría de un par de semanas de margen hasta que se celebrara.