Rivera diseña su oposición a Rajoy siguiendo el modelo de Madrid
Ciudadanos busca separarse del PP nacional igual que lo ha hecho del de Cifuentes
Tras firmar un acuerdo de investidura con el PP, Ciudadanos busca cimentar un perfil propio en la oposición basándose en la experiencia de su pacto autonómico con este partido en Madrid. Albert Rivera espera acentuar la separación entre los dos partidos al negarse a que el Gobierno cuente con sus especialistas para los cargos vacantes en la Administración. También intentará coordinarse con el PSOE, buscando su complicidad en la Comisión de investigación sobre la presunta financiación ilegal del PP, en la que no descarta pedir la comparecencia de Mariano Rajoy. Finalmente, Ciudadanos elegirá a portavoces más conciliadores o agresivos en función del cumplimiento del pacto.
A ningún estratega de Ciudadanos se le escapa que su acuerdo con el PP abre la puerta a que las dos formaciones se conviertan en lo mismo a ojos de los electores. Los consejeros de Rivera insistirán durante la legislatura en que Rajoy nunca habría impulsado solo las 150 reformas que recoge el pacto y afrontan ese periodo de colaboración convencidos de que el presidente cumplirá con el acuerdo. Sin embargo, fuentes de la dirección del partido reconocen la existencia de "un plan b de contingencia" por si eso no ocurre.
"Queremos ser una oposición constructiva. Ser constructivos, claros y transparentes, que lo somos, no significa ser idiotas, que no lo somos", resume Juan Carlos Girauta, portavoz parlamentario de Ciudadanos. "Esperamos el cumplimiento del pacto", añade. "Si no se diera, sabemos que no hay tribunales y que la pataleta sirve de poco, pero venimos aprendidos del trato con la gente del PP y con Cristina Cifuentes en la Asamblea de Madrid", sigue. "Ya sabemos unas cuantas cosas de lo que a ellos les gustaría hacer y de cómo conseguir que hagan otras. Ese es el aprendizaje [que ha tenido el partido de Rivera]. La dinámica ya la conocemos", añade este dirigente de Ciudadanos, que formará un comité de seguimiento del pacto incluso si el PP no quiere acudir a la cita trimestral.
El aprendizaje de Ciudadanos son los acuerdos de investidura autonómicos que ya ha firmado con el PP (Madrid, La Rioja, Murcia y Castilla y León) y el PSOE (Andalucía). La acción de todos sus representantes ha tenido varias cosas en común: las comisiones de investigación de la presunta corrupción de los grandes partidos en las que comparecen sus dirigentes más destacados; la reprobación pública de cualquier retraso en el cumplimiento del pacto; y el entendimiento frecuente con el resto de la oposición en todos los asuntos que no estén comprometidos en el acuerdo. Los representantes autonómicos del PP coinciden en lamentar que Ciudadanos vote con más frecuencia junto al PSOE y a Podemos, como ya ocurrió también en la pasada y breve legislatura en el Congreso. Como consecuencia, el partido ha evitado en esas cinco comunidades que los votantes les identifiquen como un apéndice de los respectivos gobiernos, esculpiendo un perfil propio.
"Las votaciones darán margen para que se escenifique la estabilidad o la falta de estabilidad y la situación en minoría del gobierno", argumenta José Manuel Villegas, vicesecretario general de Ciudadanos. "El propio incumplimiento ya sería un desgaste para el gobierno y el PP. Ese desgaste se acentuaría por la falta de apoyos".
Villegas y Girauta se repartirán la portavocía de Ciudadanos en el caso de que el PP vaya cumpliendo con el acuerdo (turno para el vicesecretario) o no (intervención del portavoz parlamentario). Para los grandes anuncios quedará reservado Rivera, que ha prometido "vigilar" a Rajoy y emplear "todas las herramientas parlamentarias" contra el Ejecutivo si este no ejecuta el pacto en tiempo y forma. Aunque nadie en Ciudadanos lo dice, eso incluye desde votar en contra de las decisiones de un Ejecutivo que no tiene los votos suficientes para sacar adelante ninguna Ley fundamental a impulsar comisiones de investigación, la reprobación de los ministros o una moción de censura junto al resto de la oposición.
Ciudadanos observa la legislatura como una oportunidad para el crecimiento. Los electores consideran que este partido es el que mejor conoce la realidad española, el que es más fiable en lo que dice y propone y el que está más abierto al diálogo y al acuerdo, según Metroscopia. Al mismo tiempo, los votantes consultados por esta compañía entronan a Rivera como el líder político mejor valorado. Traducir eso en votos dependerá de que las reformas pactadas con Rajoy cristalicen en realidades. De que Ciudadanos cumpla con ese objetivo también depende que logre separarse del PP para evitar el peligro de ser absorbido: a ojos de los electores, la formación se ha derechizado, como demuestra que en el último barómetro del CIS coseche un 6,6 de media en la escala ideológica.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.