Sánchez intensifica su presencia en Andalucía para la campaña electoral e interna

Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, intensifica su presencia en Andalucía con la vista puesta en la repetición de las elecciones generales, pero también en la búsqueda de cercanía con los militantes socialistas de esa región. Esta mañana ha estado en Sevilla, el viernes irá a Córdoba y Granada y el sábado, a Málaga. Hasta el lunes —cuando se difundan los resultados de la consulta a los simpatizantes de Podemos sobre si aceptan un pacto de Gobierno "basado en el pacto Rivera-Sánchez"— continuarán sus llamamientos a Pablo Iglesias para que apoye un Ejecutivo "de cambio". Pero ya sin esperanza.

La actividad del líder socialista se mantiene con la misma intensidad que cuando fue elegido secretario general hace 20 meses. Las vueltas "por el territorio" son ya incontables al verse impelido a estar en campaña permanente; ya sea por desafíos electorales o internos, de partido. Ahora se encuentra con los dos escenarios, por lo que cada visita, cada acto, tiene el doble componente de relación con la sociedad y con los militantes de su organización. La dedicación a Andalucía de esta semana, que culminará el sábado previsiblemente en Málaga, después de haber estado en Sevilla, Córdoba y Granada, despierta, como así ha sido siempre, gran expectación por su pésima o inexistente relación con la líder de los socialistas andaluces, Susana Díaz. Los dos líderes han estado juntos en la Feria de Sevilla, pero quienes estuvieron cerca constataron la lejanía entre ambos.

Eso no significa que el político socialista dejará de ir a Andalucía, sino todo lo contrario, señalan en su entorno. La importancia electoral de Andalucía por los escaños que entran en juego y la relevancia del PSOE andaluz por el número de militantes, la cuarta parte de todo el PSOE, explica que Sánchez se vuelque en la región. Andalucía supuso para los socialistas 22 de los 90 diputados y 1,4 de los 5,5 millones de votos en las elecciones generales del 20-D. Si las elecciones se repiten, el político socialista se encontrará a finales de mes en la tarea de pedir el apoyo a los militantes del PSOE para su candidatura a la presidencia del Gobierno.

Aún quedan 13 días para que el jefe del Estado constate que no hay ningún candidato al que proponer para que intente ser investido presidente del Gobierno. El resultado del referéndum que Podemos ha convocado para que sus militantes decidan si apoyan un Gobierno "basado en el pacto Rivera-Sánchez" no deparará ninguna sorpresa, según los socialistas, pero las fuerzas políticas aún esperan para cerrar la última etapa. La pregunta y el procedimiento siguen siendo objeto de comentarios para los socialistas. La escasa participación de los simpatizantes de Podemos en la elección, este martes, de su líder en Galicia, en torno al 15%, les lleva a preguntarse si ese es un mecanismo adecuado y suficientemente representativo. Se responden que no. La consulta que Sánchez hizo a la militancia socialista sobre sus pactos para formar "un Gobierno progresista y reformista", sin mencionar a Ciudadanos, alcanzó casi el 53% de participación con un sí que rozó el 80% y llevó a las urnas del partido a 92.000 militantes.

En el PSOE no hay apenas creyentes en que finalmente Pablo Iglesias —después de su referéndum, en el que no se pregunta por la opción de abstenerse "para que no gobierne el PP", critican en el entorno de Sánchez— pueda cambiar de opinión, por lo que la campaña electoral será un hecho. Aun así, en los próximos días se escuchará a Sánchez pedir a Podemos que cambie de opinión, pero "sin implorar".