El supuesto asesino de Eva Blanco, hallado muerto en su celda
Los funcionarios de prisiones encuentran al acusado ahorcado con sus propios cordones
Los funcionarios de la madrileña prisión de Alcalá Meco han encontrado este viernes muerto a Ahmed Chehl, el supuesto asesino de Eva Blanco. Lo han hallado ahorcado en su celda con los cordones de sus propias zapatillas. Los investigadores barajan el suicidio como principal causa del fallecimiento de este hispano-marroquí, detenido el pasado octubre, más de 18 años después del crimen. El acusado ya había intentado quitarse la vida tras su arresto en Francia.
Cuando apenas habían pasado unos días de su detención en Pierrefontaine-Les-Varans, una pequeña localidad de Francia, Chehl agarró un "trozo de hierro o cristalito" e intentó cortarse la yugular, según informó entonces la fiscalía gala. Fue su primer intento de suicidio. Un objetivo que, de confirmarse la principal línea de investigación abierta, ha conseguido este viernes. Antes de que la propia instrucción del caso haya acabado. "Se da la circunstancia de que a primera hora de la mañana, el Juzgado de Instrucción número 4 de Torrejón de Ardoz había dado traslado a las partes del auto de transformación de las diligencias previas en sumario y el auto de procesamiento del encausado, por lo que ponía fin a la instrucción de un caso que comenzó hace 18 años", ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Fuentes de Instituciones Penitenciarias han asegurado que, tras su traslado a España, se había puesto en marcha el protocolo de prevención de suicidios. Pero este se levantó el pasado 16 de diciembre tras recibir los informes médicos favorables. Pese a ello, se le mantuvo asignado un compañero para que le vigilase —un "interno de apoyo"— hasta el 8 de enero, cuando también se le retiró después de contar con nuevos dictámenes "psiquiátricos y psicológicos".
"El propio Chehl se había ofrecido para ejercer como interno de apoyo para otros reclusos", señalan las mismas fuentes, que subrayan que Instituciones Penitenciarias ha abierto una información reservada para investigar lo sucedido. El Cuerpo Nacional de Policía también ha comenzado otras pesquisas para aclarar la muerte, según informan fuentes de las fuerzas de seguridad, que han destacado el gran enfado de la instructora que lleva el caso. De hecho, la juez ha pedido a la cárcel un informe detallado del fallecimiento y ha reiterado, a través de un escrito al que ha tenido acceso EL PAÍS, que había ordenado la "necesaria aplicación" del protocolo de suicidios.
La gendarmería francesa arrestó a Chehl el pasado 1 de octubre, tras recibir una orden internacional de detención. Según la Guardia Civil, el acusado mató a puñaladas a Eva Blanco Puig el 20 de abril de 1997. La joven, que tenía 17 años, regresaba a casa desde una discoteca de Algete (Madrid), cuando se la vio por última vez. El cuerpo se encontró al día siguiente en un descampado. La autopsia evidenció que había sido violada.
Durante 18 años, los agentes del Instituto Armado siguieron las pistas del caso. Y los restos de ADN encontrados sobre el cuerpo de la joven permitieron dar con Chehl, de 55 años, casi dos décadas después. La magistrada atribuía al detenido los delitos de asesinato, agresión sexual y detención ilegal. Aunque, hace solo dos semanas, el arrestado negó su participación en el crimen y aseguró ante la instructora que dos personas le obligaron a subir a un coche y eyacular sobre Blanco.
Los padres de la joven han recibido este viernes con "frustración" la noticia de la muerte de Chehl, al que se le hará la autopsia este sábado.
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