El baloncesto, la docencia y la política, sus tres pasiones

Se siente afortunado porque la vida le ha permitido desarrollar su tres grandes pasiones: el baloncesto, la docencia universitaria y la política. Pedro Sánchez Pérez-Castejón (Madrid 1972), doctor en Economía, desliza esta declaración de principios con aparente naturalidad como si no le hubiera costado esfuerzo alguno ser una persona realizada. El rastreo de su trayectoria vital desde los 16 años en el Instituto de Bachillerato Ramiro de Maeztu de Madrid hasta ahora, como secretario general del PSOE, a través de amigos y compañeros, deja la huella de una persona que, al margen de la suerte, se ha esforzado sin límite para conseguir sus objetivos, aunque no los haya logrado.

Las últimas convulsiones de su partido, el PSOE, donde ingresó con 18 años y organizó de inmediato la agrupación socialista del barrio madrileño de Tetuán, le cogieron como diputado nacional. O sabía o intuía que Alfredo Pérez Rubalcaba no iba a presentarse a la reelección como secretario general porque diversos testigos le sitúan en estaciones de tren, viajando solo a distintas ciudades de España para darse a conocer en agrupaciones de su partido. “Voy a presentarme a la secretaría general”, confesaba a sus interlocutores accidentales en andenes de ferrocarril. Entonces, hace dos años, solo se hablaba de Carme Chacón y Eduardo Madina. No le recuerdan conspirador, y donde ha estado ha demostrado lealtad. Trinidad Jiménez fue su jefa como portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid. El concejal Sánchez era de los “más dispuestos y trabajadores”. La exministra, como concejala, ofició su matrimonio con Begoña Gómez hace una década.

No tuvo que esperar al Ayuntamiento para descubrir su interés por la política. Siempre le apasionó, recuerdan compañeros suyos del Ramiro de Maeztu que ahora son ingenieros, médicos, empresarios... Con cinco de ellos mantiene una estrecha amistad. Hace un mes, fue la última vez que quedaron a cenar con las familias en casa de uno de ellos y mantienen una relación constante por el grupo que han creado en WhatsApp.

Determinación y trabajo

“En clase de Filosofía y Ética teníamos un profesor que nos hacía hablar sobre los acontecimientos nacionales e internacionales y Pedro tenía opiniones fuertes”, rememora David Sanza, ahora empresario y uno de sus amigos de entonces. Le interesaba mucho la política internacional y animó a David a que hiciera con él un máster en la Universidad Libre de Bruselas. Sánchez después se fue a Estados Unidos y pasó una temporada larga como asistente del Parlamento Europeo. Su etapa en Bosnia le marcó profundamente, señala otro de sus amigos.

Determinación y trabajo son las señas que más repiten quienes le conocen para definir al político socialista. “Él es mucho mejor de lo que a veces aparece”, señala Sanza. Debe ser por la presión, concluye. Sobre su futuro a partir de las elecciones del domingo no quieren opinar, pero le ven muy tranquilo. “Cuando entró en el equipo de baloncesto era un paquete, no sabía nada de nada, y al año estaba en el A”. Lo relaciona con su determinación.