El juez manda a la cárcel al presunto autor del doble crimen de Cuenca
El titular del juzgado le imputa dos delitos de asesinato
Sergio Morate, el presunto asesino de su exnovia Marina Okarinska y de su amiga Laura del Hoyo, llegó en la madrugada del domingo a los juzgados de Cuenca. Entró por la puerta de atrás escoltado por un fuerte dispositivo de seguridad y con un griterío de fondo: “¡Asesino!”. Algunos conquenses, a sabiendas de que el detenido — extraditado desde Rumanía— pasaría a disposición del juez Gonzalo Criado del Rey Tremps, le esperaron a las puertas del tribunal para increparle.
Morate, pasó la noche en el calabozo, hasta que hacia las once de la mañana prestó declaración ante el magistrado titular del jugado de primera Instancia e Instrucción número 1 de Cuenca, que decretó prisión provisional comunicada y sin fianza. Aunque se ha acogido a su derecho a no declarar, está imputado como presunto autor de dos delitos de asesinato, según el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha. Pese a que era previsible que Morate ingresase en la cárcel de Cuenca, donde ya cumplió condena por otro delito de retención ilegal de una antigua novia, el juez le envió inmediatamente al Centro Penitenciario Madrid VII, en Estremera.
Durante su anterior estancia en prisión conoció a Istvan Horvath, un recluso rumano que vivía en un apartamento en Lugoj (Rumanía). Hasta allí llegó Morate en su huida, mientras toda España buscaba a dos chicas de 24 y 26 años desaparecidas en Cuenca. Y allí fue detenido hace 24 días por la policía Rumana. Hasta que se cumplimentó legalmente su proceso de extradición.
La investigación sigue
Ahora permanecerá en la cárcel de Estremera sujeto a los pormenores de una investigación que sigue su curso mientras se mantiene el secreto del sumario. La policía tendrá que volver a todos los lugares clave. El propio apartamento de Morate en la urbanización Ars Natura de Cuenca, adonde se dirigían las dos amigas justo antes de desaparecer. La poza del nacimiento del río Huécar en la que se encontrados sus cuerpos enterrados en cal viva una semana después. Y el coche que usó el detenido para huir, un Seat Ibiza verde, que sigue en Rumanía y que previsiblemente será enviado a España para ser analizado como prueba principal, ya que pudo ser ese vehículo el que emplease también para deshacerse de los cadáveres de las chicas que, según la autopsia, murieron estranguladas.
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