Rivera apuesta por una política de pactos de Estado para gobernar

Albert Rivera propuso ayer unos nuevos Pactos de La Moncloa entre las principales fuerzas políticas para reformar la ley electoral, acordar un sistema educativo nacional y despolitizar la justicia modificando las leyes del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional. “Las reformas que necesita España son comunes y hay que hacerlas desde el Congreso y La Moncloa”, dijo el presidente de Ciudadanos al confirmar que se presentará a las primarias del 4 de julio, en las que los afiliados del partido elegirán a su candidato a la presidencia del Gobierno y a la de la Generalitat.

“Creo que puedo ganarles la batalla al PP y al PSOE”, anunció Rivera, de 35 años, tras confirmar que se presentará como número uno de su partido por Madrid si se impone en las primarias y que no optará al Gobierno de Cataluña. “El magnífico resultado electoral de Ciudadanos [en las municipales y autonómicas del 24-M, donde entró en 10 de los 13 Parlamentos] avala a aquellos que pensamos que esto es un proyecto para toda España”.

En lo que va de 2015, y siempre desde la oposición, Ciudadanos ha pactado con el PSOE el Gobierno de Andalucía, y con el PP los de Madrid, La Rioja y Murcia. Ese proyecto es el que pretende mantener Rivera tras las elecciones generales. “Asumo el reto de explicarle a los ciudadanos por qué no hay que dejar caer Gobiernos, ir a elecciones cada tres meses y quedarse en un rincón”, argumentó ayer. “Desde la oposición se consiguen cambios. Desde el Gobierno, más y más rápido", añadió. "Los grandes cambios que necesita este país tiene que hacerlos la mayoría de una Cámara. La primera medida sería sentarse con los líderes de la oposición y decirles que aquí nos toca gobernar a nosotros pero también de la mano de ellos".

En consecuencia, el líder de Ciudadanos se basará en las propuestas de Movimiento Ciudadano para construir su programa, que presentará para su aprobación al Consejo General del partido. Inspirado por los acuerdos que sirvieron de pilar para la Transición, el candidato aspira a consensuar las medidas con PP, PSOE y Podemos. Pendientes de los matices finales, y conocidas ya las propuestas económicas y fiscales, estas son las líneas maestras.

Pacto por la educación. Modelo trilingüe. Rivera propone un modelo trilingüe en Cataluña, Valencia, Galicia y País Vasco, las comunidades con lengua propia: el 40% de las clases sería en castellano, el 20% en inglés y el 40% restante en el idioma local, según explicó Fernando de Páramo, secretario de comunicación de Ciudadanos. En mayo, el Tribunal Supremo respaldó que las escuelas catalanas impartieran un 25% de las clases en castellano cuando un alumno lo pida. La formación apuesta por un formato bilingüe para el resto de Comunidades. “Los porcentajes de aplicación son totalmente negociables”, explicó De Páramo. “Queremos un pacto pensando en una generación, que no cambie una legislatura después”. El partido pondrá el acento en la adquisición de habilidades como la oratoria, en la laicidad del sistema y en un planteamiento menos memorístico y vinculado a las necesidades del mercado de trabajo. El espejo de la propuesta está en los países nórdicos (como Finlandia) y Francia y exigirá incrementar el gasto.

Ley electoral. Modelo alemán y holandés. El candidato aboga por listas abiertas y por mejorar la proporcionalidad acercándola al principio de una persona, un voto. Frente a la segunda vuelta que han planteado en los últimos meses representantes del PP o PSOE, José Manuel Villegas, jefe de gabinete de Rivera, ha argumentado a favor de un modelo de doble voto, como el alemán o el holandés, aunque no es una propuesta cerrada. Con el primer voto se elegiría entre varios candidatos de una circunscripción unipersonal. Con el segundo, se seleccionaría entre las distintas listas nacionales de cada partido, estableciendo el porcentaje de escaños que le correspondería a cada una en el Congreso. Rivera aspira a que todos los partidos celebren primarias.

Independencia de la justicia. Que los jueces elijan a los jueces. Jueces y magistrados votarían todos los cargos de la judicatura, acabando con los cargos de libre designación actualmente existentes. Alberto Ruiz Gallardón propuso, cuando era ministro de Justicia del actual Gobierno del PP una reforma similar para elegir a los miembros del Consejo General del Poder Judicial. No fue aprobada.