Díaz jura el cargo sin que ningún líder de la oposición asista al acto

La socialista Susana Díaz ha jurado su cargo como presidenta de la Junta de Andalucía con la defensa de los servicios públicos como bandera de su próxima gestión. Sin embargo, la oposición en bloque le ha dado plantón, incluido el líder de Ciudadanos, Juan Marín, que con sus votos ha permitido esta semana la investidura de Díaz como presidenta. La ausencia pronostica una compleja legislatura con un Gobierno en minoría y un Parlamento más dividido que nunca. La presencia del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha destacado tanto como la ausencia de los predecesores de Díaz, Manuel Chaves y José Antonio Griñán.

Arropada por el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, Susana Díaz ha reclamado unidad y diálogo en su toma de posesión de presidenta de la Junta andaluza para lograr estabilidad. Pero enfrente tendrá cuatro grupos políticos cuyos líderes han alegado diferentes razones para eludir estar presentes en su propuesta de intenciones para la décima legislatura que ahora arranca.

Casi tres meses después de las elecciones, Díaz logró finalmente el sí de Ciudadanos hace solo cuatro días y esta semana presentará su Gobierno. “Han pasado 80 días y los han perdido los andaluces (...) Estos días pasados hasta la investidura no han sido los mejores, tenemos que aprender a asumir errores”, admitió la presidenta.

La defensa de la educación y la sanidad fueron los ejes de un discurso con tono conciliador, en el que apeló a defender a los andaluces que más sufren los estragos de la crisis y el desempleo: “Hay mucha gente que lo está pasando mal. Y el éxito de una acción de Gobierno no puede medirse por las grandes cifras económicas, hay que pensar en los trabajadores sin salarios dignos”. Díaz afirmó que potenciará las políticas sociales para evitar el drama de los desahucios, al tiempo que enfatizó su lucha para eliminar el cáncer de la corrupción que tantos titulares ha acaparado.

La apuesta por la educación y la sanidad se verá reflejada en el nuevo Ejecutivo, que reforzará la presencia de ambas áreas sensibles. Díaz avanzó en la Cadena Ser que ambas áreas contarán con “su propia consejería”, al igual que Cultura y Economía. La líder socialista subrayó que deben recuperar el protagonismo perdido, al haber estado integradas en consejerías junto a otras áreas.

Ante unos 400 invitados, la presidenta subrayó que Andalucía ha iniciado la recuperación económica y que ahora afronta sus mejores años. Para ello, Díaz matizó que se va a dejar “la piel” en el empeño, para lo que necesitará “confianza y suerte”. En su discurso, resaltó que intentará ser la presidenta de todos los andaluces, de los que la votaron, de los que no, y de los que no acudieron a votar. “No es una mera declaración retórica”, subrayó.

Sánchez resaltó el “desatasco” de la situación política andaluza, para a continuación utilizar superlativos y ensalzar la figura de Díaz. El líder socialista auguró “un Gobierno fuerte, estable, progresista, que actúa con el diálogo y moderación. Un Gobierno que estará presidido por una excelente compañera y excelente socialista que es Susana Díaz”. El expresidente Zapatero se sumó a la alegría por el fin del bloqueo parlamentario.

La presencia de ambos contrastó con la ausencia de Chaves y Griñán, padrinos de su anterior toma de posesión en 2013 y ahora en el centro de las negociaciones con Ciudadanos para lograr su apoyo. Mientras, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, garantizó su apoyo para financiar los servicios públicos, bandera del discurso de Díaz.