Nuria Roca deberá pagar 15.000 euros a la exalcaldesa de Alicante

La exalcaldesa del Partido Popular en Alicante Sonia Castedo ha ganado la demanda civil por derecho al honor que presentó contra la periodista Nuria Roca, quien la llamó “choriza sin paliativos” por sus imputaciones en dos casos de corrupción urbanística. La presentadora de radio y televisión, además de escritora, deberá pagar a Castedo 15.000 euros de indemnización, las costas del juicio y tendrá que rectificar sus palabras en varios medios. La sentencia es recurrible.

La magistrada del Juzgado de Primera Instancia número nueve de Alicante ha dictado sentencia después de escuchar en el mediodía de ayer a los abogados de una y otra parte. La defensa de Roca intentó mostrar el caso como un ejemplo de libertad de expresión, pero la juez estimó que “la expresión ‘choriza sin paliativos’ es objetivamente injuriosa y vejatoria y no se halla justificada por los usos sociales, ni atenuada su significación por las circunstancias concurrentes en el caso”.

La polémica estalló en septiembre de 2014 tras la publicación del editorial bajo el título Me caes muy mal. Te tengo manía y detesto todo lo que representas. Roca, quien tiene unos 210.000 seguidores en Twitter, deberá publicar una rectificación en el blog desde el que vertió sus comentarios, Los tacones de Olivia. También habrá de publicar su rectificación en un medio de comunicación escrito de difusión provincial y otro de difusión nacional.

En aquel entonces, la exregidora se encontraba en el ojo del huracán mediático por su segunda imputación en el caso Brugal, una presunta trama político-empresarial en torno a la gestión de residuos y el urbanismo en varios municipios alicantinos. Castedo dimitió sin despedirse de la ciudadanía por esa imputación tras meses atrincherada en su despacho, pero sí argumentó sus motivos días después en una tertulia televisiva.

En su editorial, Roca mostró el “enorme rechazo” que le produce Castedo, entre varias razones, por “esas grabaciones grotescas con empresarios corruptos” en las que apareció. Las escuchas policiales del caso mostraron el lenguaje vulgar usado en conversaciones con el mayor contratista municipal, Enrique Ortiz, el único empresario en la Comunidad Valenciana procesado en el caso Gürtel e imputado a la vez Brugal.