“El PP tiene que hacer limpieza”
Rivera subraya la firma de un pacto anticorrupción como principio irrenunciable para pactar
Este es el escenario que dibuja el último barómetro del CIS: el PP puede depender del apoyo de Ciudadanos para mantener los Gobiernos de hasta siete comunidades autónomas (Murcia, Madrid, Cantabria, Aragón, La Rioja, Valencia y Castilla-La Mancha), según la encuesta publicada este jueves. Con las negociaciones entre el PSOE y esa formación emergente estancadas en Andalucía por la renuncia socialista a firmar un pacto anticorrupción, Albert Rivera, el presidente del partido, ha aprovechado este viernes para recordar que la firma de ese decálogo será también el primer paso irrenunciable para entablar conversaciones con los populares tras las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo.
"El PP tiene que hacer mucha limpieza, no solo en Madrid, probablemente en Valencia también", ha dicho Rivera durante una entrevista en Las mañanas, de Cuatro. "Queremos usar nuestros votos para negociar cosas que vayan en beneficio de todos los ciudadanos. Y si ganamos, las aplicaremos directamente", ha explicado. "Proponemos un pacto anticorrupción para acabar con los imputados en las listas y los aforamientos", ha asegurado. "Quién gobierne no me importa, me importa qué va a hacer. El problema de fondo es quién gana y qué hace para seguir gobernando o hacer un cambio político".
La dirección de Ciudadanos lucha por mantener la imagen transversal del partido. La última encuesta del CIS le mantiene en el centro del arco ideológico, pero con un ligero acento hacia la derecha. En la estrategia del partido es fundamental la defensa de su capacidad de pacto, que ahora mismo le situaría como la única fuerza del panorama político español con la cintura suficiente como para negociar con PP o PSOE, los partidos tradicionalmente dominantes en la derecha y en la izquierda, respectivamente.
Por eso Rivera, que ayer abrió la campaña en Barcelona y hoy dará un discurso en Sevilla, se esfuerza en subrayar ahora dos conceptos. Primero, que confía en que su partido pueda ganar allí donde el CIS le da como segunda o tercera fuerza, porque, argumenta, la encuesta siempre se quedó corta en sus previsiones con Ciudadanos. Segundo, que sus exigencias serán las mismas para PSOE, PP o Podemos si eso no ocurre y tiene que pactar. Primero, firmar el decálogo anticorrupción, que implica la salida de listas y gobiernos de cualquier imputado por corrupción. Después, negociaciones para cambios legales concretos. Y, finalmente, la firma de un pacto puntual o de estabilidad siempre con Ciudadanos fuera del Gobierno.
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