Destrozadas con una excavadora una decena de casas de campo de Toledo

Entran en viviendas ajenas, pero no roban nada. Solo destruyen. Dentro quedan los televisores, los aparatos electrónicos y los objetos de valor, o lo que queda de ellos. Pero en el interior del inmueble el destrozo asciende a unos cuantos miles de euros, en el mejor de los casos. En otros apenas quedan algunos pilares en pie y el rastro de una excavadora que ha atravesado a su objetivo de esquina a esquina. En las últimas semanas cerca de una decena de casas de Mora, Mascaraque y otros pequeños municipios de Toledo han amanecido destrozadas e incluso derruidas, relata a EL PAÍS uno de los afectados.

"Al principio pensamos que eran rencillas entre vecinos", explica la alcaldesa de Mascaraque (PSOE), Vicenta Agustín. La regidora de este pequeño municipio de 500 habitantes fue a denunciar que "algún tipo de maquinaria" había derrumbado una casa de aperos, propiedad del Ayuntamiento. Pero en el cuartel de la Guardia Civil descubrió que varios vecinos de Mora, un pueblo cercano,  también habían encontrado sus viviendas hechas pedazos. "En nuestro inmueble no había nada de valor, pero en otras viviendas sí y no se llevaron nada. Es vandalismo puro y duro", opina Agustín.

Además de la casa de aperos, hallaron derribado un inmueble cercano, propiedad de un vecino de la zona. "Por lo que parece, robaron una excavadora en Villaminaya, un municipio próximo, y con ella derribaron las dos viviendas", explica la alcaldesa. "Me imagino que esto no lo ha ideado una persona sola porque para coger la máquina hacen falta varios", matiza.

Alberto, que pide que se le identifique con un nombre falso, también ha sido víctima de estos ataques. Entraron en su casa de campo aprovechando que no había nadie dentro y estos supuestos vándalos causaron unos destrozos que, según afirma, ascienden a cerca de 4.000 euros. La Guardia Civil, que investiga estos casos, no ve indicios de que se trate de una "problemática específica". Al preguntarles por estos casos, un portavoz alega que en los robos con fuerza en viviendas se producen "daños en mayor o menor medida".

Al principio pensamos que eran rencillas entre vecinos Vicenta Agustín, alcaldesa de Mascaraque

La Guardia Civil no da datos, pero Alberto asegura que unas cuatro casas de la provincia de Toledo han sido derribadas por completo y cerca de 15 han aparecido destrozadas por dentro. El perfil de estas viviendas es parecido, son casas de aperos y casas de campo en las que habitualmente no reside nadie.

"Los vecinos del pueblo tienen miedo", asegura la alcaldesa. La regidora explica que en los últimos años los robos son cada vez más frecuentes en el pueblo, pero que nunca habían visto algo así. Ahora corresponde a los agente averiguar si se trata de hechos puntuales y sin conexión entre ellos o de una nueva práctica de vandalismo en estos municipios toledanos.