IU trata de frenar su descomposición en plena crisis por el efecto Podemos
La dirección del partido, dividida sobre el futuro de la federación madrileña Garzón pide la expulsión inmediata de los portavoces y el partido les desautoriza
Izquierda Unida afronta uno de los momentos más delicados de su historia reciente en pleno calendario electoral, y lleva desde octubre tratando de solucionar un conflicto interno cuya mecha fue el estallido del escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid, sumado al desgaste sufrido por el ascenso de Podemos. La dirección del partido de Cayo Lara y Alberto Garzón escenificó ayer el último intento de salvar la federación de la Comunidad Madrid de su descomposición. Sobre la mesa, la profunda crisis que vive la formación en la región, dividida entre el sector de la diputada autonómica Tania Sánchez, ganadora de las primarias, y los fieles a la actual cúpula regional.
Las soluciones que debatió la Presidencia federal de IU en una reunión extraordinaria pasaban por un expediente de expulsión del portavoz municipal, Ángel Pérez, y de su homólogo en la Asamblea de Madrid, Gregorio Gordo, después de que la semana pasada la mayoría de los coordinadores territoriales volvieran a apoyar esa opción. La exigencia de IU a los dos veteranos dirigentes, que hasta ahora se han resistido a dejar sus cargos, se debe a que desempeñaron “responsabilidades políticas” en los últimos 20 años, cuando la formación participó en los pactos de estabilidad de Caja Madrid. Tanto Pérez como Gordo fueron coordinadores generales.
Garzón, próximo candidato de IU a la presidencia del Gobierno, pidió expulsarlos “inmediatamente”. Fue apoyado por 16 dirigentes. Lara, coordinador federal hasta la asamblea de 2016, presentó una resolución más tibia, la que finalmente salió adelante por 29 votos, que desautoriza políticamente a los portavoces y por la que se abre un expediente que será instruido por el abogado Enrique Santiago. Una solución que a Garzón le pareció “insuficiente”, según fuentes asistentes a la cita.
La Presidencia abordó también la intervención de la federación madrileña, aunque tras una reunión de cinco horas optó por no actuar. En el orden del día figuraba también el próximo cese del actual secretario de Organización, Miguel Reneses, y el nombramiento para este cargo a Adolfo Barrena, coordinador general de IU Aragón. Reneses, enfrentado a Garzón por “profundas diferencias estratégicas”, pidió el pasado diciembre su salida a través de una carta dirigida al coordinador federal.
IU —que expulsó a los afiliados implicados en el escándalo de Caja Madrid, entre ellos el antiguo vicepresidente de la entidad José Antonio Moral Santín— es la única formación que ha abordado el debate sobre las responsabilidades políticas, Y, al margen de las decisiones concretas sobre la federación madrileña, ese debate tiene un trasfondo político. Hace tan solo un año, IU, tercera fuerza de ámbito nacional con representación parlamentaria, aspiraba a romper el modelo bipartidista. Ahora, con un tablero electoral revolucionado por Podemos, se ve obligada a luchar por mantener su espacio político y evitar su descomposición.
El 'caso Madrid'
El futuro de IU depende en buena medida de lo que pase en la Comunidad de Madrid. La federación autonómica, constituida como partido político, lleva sumida desde principios de otoño en una crisis interna que estalló con el escándalo de las tarjetas de Caja Madrid.
Tras la victoria de Tania Sánchez en las primarias, una parte de los actuales dirigentes y el sector más partidario de la convergencia ahondaron la batalla.
Mauricio Valiente, afín a Sánchez, está dispuesto a integrarse en la candidatura de Podemos y Ganemos.
Tanto en la dirección nacional como en Madrid el partido está dividido entre un sector partidario de la convergencia con Podemos y otras fuerzas en busca de la “unidad popular”, cuyas cabezas visibles son Alberto Garzón y Tania Sánchez, y un sector que busca preservar la identidad de la federación de izquierdas. Lo que ocurra en Madrid en las autonómicas y municipales puede ser clave para las elecciones generales del próximo otoño. En la capital, Podemos y la plataforma municipalista Ganemos pactaron ir juntos y descartaron una coalición con IU si esta formación no asume su fórmula de “partido instrumental”.
En el acto de presentación de esa alianza estaban Mauricio Valiente, candidato al Ayuntamiento y dispuesto a integrarse en Ganemos, y Tania Sánchez, que si resulta finalmente imputada por prevaricación como consecuencia de la querella interpuesta por el PP de Madrid, podría no encabezar la lista a la comunidad. La diputada autonómica participará el lunes en un debate sobre unidad popular con Inés Sabanés (portavoz de Equo en la capital) y Luis Alegre, fundador de Podemos y candidato a la secretaría general del partido de Pablo Iglesias en la Comunidad de Madrid.
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