El coronel de la Legión de Ronda mandará el contingente en Irak
Julio Salom era ayudante de campo del rey Juan Carlos El Ejército inicia 2015 con misiones en Bagdad, Estonia y Turquía
El coronel Julio Salom Herrera será el jefe del contingente de 300 instructores que España enviará a Irak como contribución a la coalición internacional contra el autodenominado Estado Islámico. El coronel Salom tomó posesión el pasado 19 de diciembre del mando del Tercio Alejandro Farnesio de la Legión, con sede en Ronda (Málaga), pero apenas ha tenido tiempo de ejercer el cargo, ya que se le ha encomendado una de las misiones más delicadas del Ejército: regresar a Irak, de donde se retiró hace una década la Legión. Anteriormente, Salom era ayudante de campo del rey Juan Carlos.
En Irak el coronel será el máximo responsable del centro de instrucción de Besmaya, a unos 10 kilómetros al sureste de Bagdad, donde militares españoles y estadounidenses se encargarán de formar a una brigada del maltrecho Ejército iraquí, con especial hincapié en tareas de desactivación de explosivos. Está previsto que unos 200 militares se desplieguen en Besmaya, mientras que los 100 restantes lo harán en el centro de instrucción de operaciones especiales, cerca del aeropuerto de Bagdad, junto a expertos estadounidenses, alemanes, holandeses, noruegos, franceses y australianos. Estaba previsto que la avanzadilla del contingente —unos 25 militares, entre oficiales adscritos a los cuarteles generales e instructores en operaciones especiales— se desplazara a Irak antes de fin de año, pero las trabas burocráticas han retrasado su salida. Entre otras medidas, hubo que acordar con el Gobierno de Bagdad un estatuto que otorga a los militares españoles un régimen similar al diplomático. Se espera que los primeros militares partan en los próximos días y el grueso del contingente lo haga en febrero. En principio, la misión durará seis meses y su coste estimado es de 35 millones.
El arranque del año ha visto el comienzo de otras dos operaciones militares en el exterior: la misión de policía aérea en el Báltico y el despliegue de una batería de misiles Patriot en Turquía, ambas bajo paraguas de la OTAN. Los cuatro cazas Eurofighter del Ejército del Aire, con un destacamento de 114 militares, están ya desplegados en la base de Amari (Estonia), donde vigilarán el espacio aéreo de las repúblicas bálticas de intrusiones no autorizadas —especialmente de aviones rusos— hasta el 30 de abril. El coste de la misión se estima en nueve millones.
Por su parte, los buques de transporte del Ejército Martín Posadillo y Camino Español navegan ya hacia el puerto turco de Iskenderun (antigua Alejandreta) tras haber cargado en Algeciras una batería de misiles Patriot perteneciente al Regimiento de Artillería Antiaérea 74. Está previsto que a finales de enero, la batería, con seis lanzadores y el radar asociado, esté operativa en el aeropuerto civil de Adana, próximo a la base aérea de Incirlik, a unos 300 kilómetros de la ciudad siria de Alepo. El contingente español, integrado por unos 145 militares, permanecerá en Turquía durante un año y relevará a una unidad holandesa de características similares. Los países de la OTAN se vienen relevando desde 2013 para proteger el territorio turco de un posible ataque con misiles procedente de Siria, sumida en una guerra fratricida desde hace casi cuatro años. El contingente español actuará en coordinación con otro estadounidense y otro alemán y bajo control operativo del mando aéreo de la OTAN con base en Ramstein (Alemania).
El envío a Turquía de la única batería de Patriot de que dispone el Ejército llevó al Gobierno a acordar, el pasado 5 de diciembre, la compra de otra batería de segunda mano, dotada además con un sistema que permite la asignación automática de blancos, por 41,1 millones.
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