Una jornada sin altercados

La consulta discurrió ayer sin apenas incidentes. La vicepresidenta del Gobierno catalán, Joana Ortega, destacó la “absoluta normalidad” con la que transcurrió la jornada en las 6.695 mesas repartidas en 1.317 locales de participación en toda Cataluña. “Los ciudadanos han acudido a los locales sin que se haya registrado ninguna incidencia remarcable”, aseguró la vicepresidenta en su comparecencia de la tarde. En general, los ciudadanos que decidieron participar en la convocatoria lo hicieron como si se tratara de una jornada electoral. Al contrario que en las manifestaciones del pasado 11 de septiembre, ayer la mayoría ni portaba estelades ni camisetas reivindicativas.

Los altercados más significativos se produjeron en la ciudad de Girona. Por la mañana, cinco encapuchados irrumpieron con gritos de “¡Viva España!” </CF>en el instituto de la Escuela de Hostelería, donde se instalaron las urnas para la consulta. El grupo arrinconó a los ciudadanos que hacían cola para votar y profirieron amenazas contra las seis personas que componían las dos mesas antes de arrojar al suelo las urnas, que trataron de destrozar a patadas. Los voluntarios lograron echar del centro a los ultras, que posteriormente fueron detenidos por los Mossos d’Esquadra en las inmediaciones de la escuela y luego fueron trasladados a la comisaría. A primera hora de la tarde, los cinco arrestados, de 21 a 34 años, quedaron en libertad a la espera de ser llamados por el juez acusados de los delitos de lesiones, daños y desórdenes públicos.

El Ayuntamiento de Girona interpuso al mediodía una denuncia al considerar que los hechos podían constituir infracción penal por delito de coacciones y contra las libertades y los derechos fundamentales. En Sant Vicenç dels Horts, en el cinturón de Barcelona, cuyo alcalde es el presidente de Esquerra Republicana Oriol Junqueras, seis personas irrumpieron en el instituto Frederic Mompou gritando “¡Es ilegal!” con el Boletín Oficial del Estado (BOE) en la mano e increparon a Junqueras, que era también presidente de mesa. El líder republicano restó importancia al incidente y dijo: “Estamos encantados de que las personas nos traigan cosas, informaciones y papeles”. En Barcelona, medio centenar de manifestantes de Alianza Nacional y Falange quemaron una estelada ante la delegación del Gobierno de la Generalitat a modo de protesta por la consulta soberanista.

La noche del sábado, muchos voluntarios que participaron en la jornada decidieron poner vaselina líquida a las cerraduras de las escuelas e institutos para prevenir posibles boicoteos. Quienes se encargaron de abrir el instituto Campclar de Tarragona, por ejemplo, se encontraron la puerta llena de silicona. La previsión hizo que no tuvieran mayores problemas. En el barrio de la Florida de L’Hospitalet de Llobregat, los voluntarios que acudieron a abrir en el instituto Pedraforca se vieron obligados a cambiar de ubicación. Según el coordinador de ese centro, ello se debió a “dificultades técnicas”, aunque Europa Press informó de que la directora del centro se negó en la noche del sábado a entregar las llaves a los voluntarios. Eso obligó a buscar una escuela alternativa, en concreto, la de Sant Jaume del barrio de La Torrassa. Los colegios habilitados para la consulta abrieron sin mayores problemas. Otra pequeña incidencia ocurrida durante la apertura de los puntos de participación tuvo lugar en el colegio de La Salle Bonanova, donde varios ciudadanos pensaban que no había podido abrir porque la puerta principal estaba cerrada, aunque en realidad se accedía a las instalaciones por una lateral.

Por la tarde, los Mossos d’Esquadra denunciaron por un delito de amenazas a un vecino de Vilaller (Lleida) después de que amenazara a un grupo de voluntarios de un local de participación blandiendo un puño americano.