Los abogados de la Infanta y de su marido se reúnen en Barcelona durante dos horas

Los abogados de la infanta Cristina y de su esposo, Iñaki Urdangarin, se han reunido este jueves en Barcelona durante dos horas. El letrado del duque de Palama, Mario Pascual Vives, ha acudido al despacho de Miquel Roca a las ocho de la tarde y ha permanecido en el inmueble hasta las diez, informa Europa Press. El encuentro se produce dos días después de la decisión del juez José Castro de imputar a la hija del Rey. La defensa de la Infanta tiene hasta el próximo miércoles a las tres de la tarde para presentar el recurso contra esta decisión. 

Doña Cristina se encuentra este viernes en Madrid, a donde ha viajado para reunirse con Roca para preparar así la estrategia de su defensa. El paradero de la hija menor de los Reyes de España era hasta ahora una incógnita, ya que no se la había visto en público desde que se conoció la decisión judicial que la sorprendió mientras trabajaba en su despacho de Ginebra (Suiza).

"Intuyo que no estará muy contenta", dijo el miércoles Roca sobre la imputación de la hija del Rey en el caso Urdangarin. En declaraciones a los medios, el letrado ha asegurado que había mantenido el día anterior una conversación con doña Cristina, en la que esta le habría asegurado que "quiere que se haga justicia". Después, ha puntualizado que no es a él a quien corresponde hablar del estado de ánimo de la Infanta.

En la conversación que el abogado mantuvo con Cristina de Borbón le informó del contenido del auto en que el juez acuerda citarla a declarar como imputada por fraude fiscal y blanqueo de capitales.

Los periodistas que montan guardia desde hace días frente a la casa de la Infanta en Ginebra no ha podido captar tampoco una imagen de Iñaki Urdangarin. Los únicos que han sido vistos son los cuatro hijos de la pareja que han comenzado esta semana sus clases. Los duques de Palma de Mallorca pasaron la Navidad en España, como es habitual. Cenaron el día 24 en el palacio de La Zarzuela y el día 25 viajaron a Vitoria para reunirse con la familia Urdangarin. El día 31 recibieron el nuevo año fuera de España.

Los duques de Palma están instalados desde finales de agosto en la aristocrática Rue des Granges de la ciudad suiza, en un ático de lujo menos expuesto a la curiosidad. Allí han conseguido una cierta privacidad, que es lo que doña Cristina busca para los suyos en esta nueva etapa. Vivir en Barcelona en medio del huracán desatado por el caso Nóos era ya insostenible para toda la familia.

La infanta trabaja en Ginebra para La Caixa, quien encontró solución a los problemas de su distinguida empleada que quería dejar España. La entidad bancaria, en colaboración con la fundación del Aga Khan —uno de los mejores amigos del rey Juan Carlos—, diseñó un puesto para ella como directora de relaciones internacionales; y además fabricó una nueva vida para la familia.

La Infanta y sus cuatro hijos son los que tienen el carné de residentes en Suiza; no así Urdangarin, que sigue viviendo oficialmente en Barcelona, aunque nadie oculta que pasa casi todo el tiempo en Ginebra y solo regresa a España para atender sus problemas judiciales. La pareja se muestra sólida y unida en medio de la tormenta.