La policía cree que la joven francesa murió al inhalar un cóctel de drogas

Un cóctel de drogas fue supuestamente lo que causó la muerte de una joven francesa mientras celebraba la Nochevieja en la calle de Mesón de Paredes, en el barrio de Lavapiés de Madrid, según sospecha la policía. No obstante, los investigadores están a la espera del dictamen que resulte de la autopsia que el forense practicará hoy a la víctima. Según varias personas que estaban con la muchacha y con su novio, ambos esnifaron heroína que habían adquirido en el supermercado de droga de Valdemingómez.

Rachel M., de 27 años, y su compañero, Benoit R., de 23 años, domiciliado en París, llegaron a Madrid hace varios días en una autocaravana que dejaron aparcada en un descampado cercano al metro de Oporto, en Carabanchel.

La pasada Nochevieja compraron unas papelinas en el poblado de Valdemingómez y se fueron a celebrar la fiesta a Lavapiés. Allí se juntaron con otros chicos y bebieron e inhalaron los vapores de la droga, posiblemente tras calentarla en un chino (un trozo de papel aluminio). Al poco, ambos cayeron inconscientes. Los facultativos del Samur trasladaron en grave estado a Benoit hasta la clínica de la Fundación Jiménez Díaz, pero no pudieron hacer nada por la chica, que expiró en el Hospital Clínico de San Carlos.

Fuentes policiales sostienen que, si la autopsia confirma que la inhalación de heroína fue la causa de la muerte de Rachel, pudo deberse a la pureza de la droga

El consumo de heroína esnifada aumenta, aunque es minoritario en España, según fuentes de Proyecto Hombre, que lo sitúan en el 5%, mientras que calculan que inyectada ronda el 20%; fumada o inhalada es ahora el método más frecuente (60%), y combinando estos dos últimos, el 15%.

Fuentes policiales sostienen que, si la autopsia confirma que la inhalación de heroína fue la causa de la muerte de Rachel, eso pudo deberse a la pureza de la droga, sobre todo si la víctima no era consumidora habitual, como se cree. El consumo por vía nasal hace que el efecto sea más inmediato, ya que el principio activo llega antes al cerebro, produciendo una fuerte depresión del sistema nervioso central.

Especialistas policiales en la lucha contra los estupefacientes sostienen que el consumo de heroína en España ha experimentado un repunte en el último quinquenio, sobre todo en combinación con otras sustancias, como cocaína y anfetaminas.

Este opiáceo, sin embargo, no se usa ahora por vía intravenosa, sino que mayoritariamente se consume aspirando por la nariz los vapores generados por el calentamiento de esta sustancia.

A pesar de este repunte en el consumo de heroína, la droga dura más extendida en España es la cocaína, que suele combinarse con la ingesta de alcohol.