Sonrientes de oreja a oreja, perfectamente conjuntados así como por casualidad para la ocasión, pelín nerviosos como los artistas antes de salir a las tablas. Elena Valenciano, Óscar López, Soraya Rodríguez, Trinidad Jiménez, María González y Hugo Morán han escenificado este mediodía la apertura oficiosa de la Conferencia Política del PSOE. En una metáfora visual de lo que pretende su partido con su cónclave de este fin de semana, llegaron, lo suficientemente tarde para provocar la máxima expectación, de las alturas del gallinero del Palacio de Congresos de Madrid, y bajaron al nivel del suelo para revisar personalmente los últimos preparativos y, sobre todo, dejarse seguir y retratar por unos cuantos de los 500 periodistas que se han acreditado para cubrir el evento. “Exfoliarse o morir”, le dijo alguien a Trinidad Jiménez según pasaba. Ella guiño un ojo y sonrió.
La exfoliación consiste en limpiar en profundidad la piel, liberarla de células muertas, hidratarla, vitaminarla y nutrirla de nuevo para enfrentarse a la intemperie. No obra milagros, pero logra devolver la lozanía y ofrecer la mejor cara posible al prójimo sin recurrir a la cirugía. Algo así, volver a ser atractivos para la mayoría de su público y, si puede ser, conquistar nuevos adeptos, quieren conseguir los 2.500 asistentes a la conferencia socialista que no se inaugura oficialmente hasta mañana, pero que ya esta tarde albergará un debate de jóvenes militantes. Con las señoras de la limpieza aún pasando la aspiradora, los plásticos protegiendo el linóleo, y los proveedores descargando material a destajo, la cúpula del partido ha bautizado simbólicamente las instalaciones de lo que desean que sea el nido donde resurja el Ave Fénix de su propuesta política y electoral.
El omipresente lema Conectamos ilustra toda la escenografía, probablemente inspirada en el pragmatismo y la horizontalidad de las nuevas tecnologías y las redes sociales que tanto protagonismo quieren dar los veteranos dirigentes en su nueva apuesta. Círculos de encuentro, cubos para sentarse en el suelo, moquetas para tumbarse si se tercia, hasta la rosa socialista de toda la vida parece haber mutado en una arroba para contribuir al guiño. La joven diputada María González, responsable de Redes del PSOE, parecía, desde luego, la más familiarizada con los portátiles del espacio Lab, donde se van a recoger, debatir y filtrar las propuestas de los internautas.
Elena Valenciano, recién incorporada al trabajo de una baja por neumonía, parecía tener fuelle para rato. “Esta va a ser la conferencia de la gente”, ha dicho, antes de sentenciar: “La misma gente que no nos va a perdonar que no hablemos de sus problemas y que no busquemos soluciones a sus angustias”. Acabado el paseíllo y los mensajes de autoafirmación de los ponentes, Trinidad Jiménez respondía a la enésima tele la enésima pregunta sobre los presuntos candidatos a las presuntas primarias. Sonreía.
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