_
_
_
_
_

Una escuela militar para los hijos

75 adolescentes participan en un campamento donde aprenden la disciplina castrense

Foto: atlas | Vídeo: ATLAS
L. H.

Una escuela militar de élite para adolescentes. Existe y está en España, concretamente junto al embalse de Benagéber, en Valencia. Se llama Tercios jóvenes infantes de marina, es un campamento lúdico desarrollado por la Asociación de Veteranos del Cuerpo de la Infantería de Marina y está dirigido a jóvenes de entre 14 y 23 años. La de 2013 es la primera edición y se han apuntado cuatro chicas y 71 chicos de todo el país.

Durante los diez primeros días de agosto, la Asociación intenta inculcar valores como el honor, el respeto o la lealtad, y desarrolla actividades no exentas de una gran disciplina, muy similares a los entrenamientos que se llevan a cabo en las escuelas militares para adultos pero adaptadas a la edad y condición física de los participantes. "Este tipo de campamentos son para la gente a la que realmente le gusta la vida militar en todas su facetas. Y cuando digo todas, son todas", opina Charo Ginés, madre de uno de los alumnos. "Obviamente, nos les van a dar la caña que le pueden meter a un Infante de Marina, está claro, pero sí se aproxima algo a ello", completa. Charo destaca que lo que más le gusta es que les enseñan unos valores que les sirven tanto para una vida militar como para la cotidiana.

Consiste, fundamentalmente, en la realización de ejercicios físicos como la escalada, la supervivencia en la naturaleza, el camuflaje, el arrastre por el fango, las carreras de obstáculos, las marchas nocturnas e incluso los rescates en el mar. También estudian historia, topografía, navegación y reciben nociones sobre legislación española, fundamentalmente sobre la Constitución. También aprenden a desfilar, a formar y a saludar como en el Ejército. La única diferencia con el Ejército es que no utilizan armas reales, ya que estas son sustituidas por réplicas que disparan pequeñas bolas de goma.

La escuela busca despertar en los jóvenes la vocación militar

Los jóvenes son en su mayoría aspirantes a formar parte de las fuerzas armadas cuando alcancen la edad adulta, están sometidos a una férrea disciplina diaria. Se levantan al amanecer y se acuestan antes de que anochezca después de pasar el día entero realizando actividades. Están prohibidos los móviles y no tienen conexión a internet, algo que valoran las madres de los alumnos consultados. "¿Crees que, viendo las actividades que hacen, pueden no pasarlo bien?", pregunta Susana Urbano, otra madre que ha regalado este campamento a su hijo porque llevaba mucho tiempo "soñando" con él. "Si no fuera así, ¡qué pena de juventud!", exclama.

El campamento es el primero de este estilo en España, aunque en países como Estados Unidos se trata de un modelo muy habitual. La Asociación señala en su página web que la educación que imparten hace hincapié en valores como "la responsabilidad, la disciplina, el espíritu de sacrificio y servicio, el amor a nuestra nación, la bandera, la constitución y las Instituciones democráticas, el afán de superación, la lealtad, el honor y el liderazgo".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La escuela busca despertar en los jóvenes la vocación militar, asegura, proporcionando a sus alumnos una experiencia en primera persona sobre cómo es la vida castrense. El cuerpo docente está compuesto por personal del Cuerpo de Infantería de Marina, desde especialistas en artes marciales o protección de buques hasta en medicina. "Estamos encantados y muy agradecidos de ver cómo se ha volcado los organizadores, veteranos, instructores... todos los que están poniendo tantas ganas, tanta ilusión y tanto de su tiempo para enseñar tantas cosas a nuestros hijos", explica Urbano. Desde Asturias, Josefina García coincide con las otras madres. "El otro día pude hablar con mi hijo y está feliz".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

L. H.
Es periodista y desde 2013 trabaja en EL PAÍS, principalmente en la sección sobre derechos humanos y desarrollo sostenible Planeta Futuro, y coordina el blog Migrados. Sus reportajes han recibido diversos galardones. Es autora del libro 'El tiempo detenido y otras historias de África'. Desempeña la mayor parte de su trabajo en África subsahariana.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_