El Poder Judicial busca nuevas alianzas tras la crisis de los viajes de Dívar

Los vocales del Consejo del Poder Judicial empezarán en breve a negociar los cinco primeros nombramientos de altos cargos judiciales que les quedan hasta que finalice la legislatura, en septiembre de 2013. No va a ser fácil el consenso. Los que se avecinan son nombramientos de jueces del Tribunal Supremo y del Constitucional que requieren los votos de 13 de los 21 vocales. Y no está clara una reedición del bloque que el pasado julio aupó al juez Gonzalo Moliner a la presidencia del Consejo y del Tribunal Supremo en sustitución de Carlos Dívar, que dimitió por el escándalo de sus viajes.

Sobre la mesa, el Consejo ya tiene cinco vacantes: la reciente designación de Encarnación Roca como magistrada del Tribunal Constitucional y la jubilación de Jesús Corbal han dejado dos huecos en la Sala de lo Civil del Supremo. La Sala de lo Contencioso también presenta otras dos vacantes, la de Santiago Martínez-Vares, que se jubila, y la de Juan José González Rivas, elegido también magistrado del Constitucional. Para la Sala de lo Social hay que nombrar al sustituto de Gonzalo Moliner, que era su presidente antes de acceder este verano al primer sillón de la justicia española. Algunos consejeros se decantan por nombrar presidente al miembro de esta Sala “que guste más a sus compañeros”. Hay, además, que cubrir la vacante misma que dejó Moliner en julio.

A medio plazo, durante 2013, la agenda del Consejo incluye el relevo del magistrado de lo Contencioso del Supremo Enrique Lecumberri y, fundamentalmente, la designación de los sustitutos de Pascual Sala y Ramón Rodríguez Arribas en el Tribunal Constitucional. Corresponde al Consejo elegir a dos de los 12 magistrados de este órgano. “Habrá que nombrar a un conservador y a un progresista”, dicen fuentes del Consejo. El sustituto del presidente del Tribunal de Justicia de Canarias también está en la agenda.

La correlación de fuerzas es ahora diferente a la que ha sido dominante en lo que va de legislatura, donde el tándem formado por el conservador Manuel Almenar y la progresista Margarita Robles, junto a sus delfines, ha acaparado gran parte de los nombramientos de altos cargos. No obstante, la elección de Gonzalo Moliner en julio hizo emerger un bloque de oposición al tándem cuya continuidad no está definida. “Las antiguas sensibilidades del Consejo han dejado paso a grupos unidos por afinidades personales”, apuntan fuentes del Consejo.