Los dos candidatos se creen vencedores por un margen de 100 votos

“¿Quién gana? Esa es la pregunta del millón”. Así responden la mayoría de los dirigentes provinciales y cuadros del PSOE al interrogante de quién se hará con el liderazgo del PSOE a partir del próximo sábado en el 38º Congreso Federal. La respuesta es más contundente si se formula a los miembros de los equipos de Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón encargados de sumar delegados en las casillas de uno y de otro. A setenta y dos horas de que empiece la votación en urna, y de que los 956 delegados al 38º congreso cojan su papeleta en secreto, los colaboradores de Chacón y Rubalcaba aseguran la victoria de ella y de él. Y, además, casi por la misma diferencia: un centenar de delegados. Aunque unos y otros insisten en apostillar que hay que incluir un margen de incertidumbre debido a la propia naturaleza de una votación secreta.

Poco ha cambiado la situación en las últimas horas en relación al recuento que los dos equipos realizaron hace diez días, cuando se celebraron los llamados congresillos, asambleas en las que los militantes eligieron a los delegados.

La suma que hacen unos y otros les llevan a la victoria con una horquilla que va de los 70 a los 140 diputados. Ambos cuentan también con un bloque, diseminado por todas las federaciones, entre 70 y 80 delegados que siguen situados en la casilla de “indefinidos”.

Se llega al final de la carrera y los secretarios generales que no se decantaron siguen en esa actitud, aunque no les molesta que se les atribuya su cercanía a Chacón o Rubalcaba.

Es lo que ocurre en Galicia con su secretario general, Pachi Vázquez, al que se atribuye cercanía y apoyo a Rubalcaba pero ni lo ha dicho ni lo dirá. Es más, proclama su “neutralidad”, que se traducirá en que no hará indicación alguna a los 54 delegados gallegos que acuden al congreso. Vázquez encabeza la delegación, irán todos juntos, pero obviamente cada uno votará lo que quiera. En el sector de Rubalcaba se estima que en Galicia va por delante en número de delegados y los de Chacón se quedan con que casi la mitad están con ellos.

Esta división, no obstante, es lo que explica que Vázquez no se pronuncie. Esta actitud se parece mucho a la del secretario general de los socialistas extremeños, Guillermo Fernández- Vara. Aunque se supone una mayoría holgada de los 49 delegados extremeños a favor de Rubalcaba, el hecho de que Chacón tenga también apoyos nada desdeñables aconsejan al secretario general no pronunciarse. Esa unidad lleva aparejada que cada uno vote lo que quiera; aunque nadie duda de que Fernández-Vara está con Rubalcaba.

Otra de las grandes, la federación valenciana, el PSPV, con 87 delegados, está también dividida pero, al parecer, con una clara mayoría para Chacón. Y como las anteriores, su secretario general, Jorge Alarte, guardará silencio, aunque nadie duda de que Rubalcaba es su opción. En esa actitud continúa el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez. Los partidarios de Gómez se los atribuye el equipo de Chacón, por lo que en Madrid la exministra resultaría ganadora en una proporción de 44 a 35.

Tampoco se pronuncia el secretario general de los socialistas aragoneses, Marcelino Iglesias, por su condición de “garante del congreso”, como secretario de Organización. Pero lo cierto es que su federación también está dividida aunque el equipo de Rubalcaba se da como ganador aunque por escasa distancia. Del lado de Chacón se asegura que podrían estar próximos al empate en una división de los 48 delegados aragoneses.

Sí se ha pronunciado el secretario general de los socialistas de Castilla-La Mancha, José María Barreda, a favor de Chacón, cuyo equipo cuenta con 33 de los 59 delegados. Emiliano García-Page, alcalde de Toledo y próximo líder regional, no se pronunciará, por la división de su federación aunque se le sitúa sin duda con Rubalcaba.

¿Victorias claras de uno y de otro? Sí, Cataluña, con Chacón, con casi su centenar de delegados. Este bloque trata de ser contrarrestado por Rubalcaba con apoyos mayoritarios en Asturias, País Vasco, Castilla y León y Extremadura. Pero ayer la advertencia de los más veteranos era la de “victoria ajustada” al hablar de uno y otro.