El PP acaricia su techo histórico en Galicia

El PP ha barrido prácticamente en toda Galicia y se ha quedado a las puertas de su techo histórico en unas elecciones generales en esta comunidad, el 53,99% que logró Aznar en 2000 con Fraga como presidente de la Xunta. Con Mariano Rajoy y Alberto Núñez Feijóo, los populares han logrado subir cuatro escaños respecto a 2008 y se sitúan en el 52,52% de los sufragios emitidos en esta comunidad, donde, al contrario que la media española, la participación ha subido más de un punto hasta situarse en el 71,77%.

Con el 100% del voto escrutado, el PP arrebata cuatro escaños a los socialistas, uno por provincia. El partido de Feijóo supera la mitad de los votos emitidos en las cuatro cincunscripciones. El arrase del PP es especialmente significativo en las dos provincias del interior, Lugo y Ourense, en las que rebasa la cota del 56%.

El Bloque Nacionalista Galego (BNG) retrocede medio punto porcentual, hasta situarse en el 11,25%, pero mantiene sus diputados por A Coruña y Pontevedra. La caída de los socialistas es muy abrupta, aunque levemente por debajo de la media española: en Galicia retrocede 13 puntos porcentuales frente a los 15 en el conjunto del Estado. El PSdeG se queda en apenas el 27,69% y no logra superar el 30% en ninguna de las cuatro circunscripciones de la comunidad.

Como el BNG se limita a mantener su electorado, todo apunta a que una parte del voto socialista se ha ido a Izquierda Unida que, sin obtener representación, experimenta un notable avance y se sitúa en un 4,12% (en 2008 apena logró el 1,37%). Los mejores resultados para la formación izquierdista se producen en Pontevedra, donde casi logra alcanzar el 5%.

El PSOE partía en Galicia de su mejor resultado histórico en unas elecciones generales. En 2008 dejó el listón en un 40,6% de los sufragios, hasta el punto de tener al PP a sólo 3,3 puntos de distancia. El reparto de escaños fue de 11 para los populares, 10 para los socialistas y 2 para los nacionalistas del BNG. En tres de las cuatro provincias, PSOE y PP empataron en diputados, y solo en la de A Coruña el partido de Mariano Rajoy logró uno más.

En esas generales de 2008, el PP salvó los muebles. A pesar de lograr su peor porcentaje de votos desde 1989, limitó la caída a un escaño que se volatilizó por la pérdida de población en Pontevedra, por lo que no lo rentabilizaron ni el PSOE ni el Bloque. Ambos se quedaron con los mismos representantes que obtuvieron en 2004, aunque el PSOE subió casi tres puntos mientras que el Bloque se estancó en un porcentaje de votos prácticamente igual que el que había logrado cuatro años antes.

Entre esas elecciones y las del 20-N han mediado en Galicia unas autonómicas, las de 2009, que supusieron un vuelco en el escenario electoral. El crecimiento de un único diputado por el PP a costa del PSOE permitió a los populares recuperar la mayoría absoluta y, con ella, la presidencia de la Xunta para Alberto Núñez Feijóo. El partido de Mariano Rajoy puso fin de esa manera a un paréntesis de cuatro años de Gobierno de coalición PSOE-BNG tras las cuatro mayorías absolutas de Manuel Fraga.

Los sondeos de esta precampaña auguran un ascenso del PP hasta los 15 escaños, mientras que PSOE que pasaría de los 11 escaños conseguidos en 2008, a los 15. Por su parte, el PSOE bajaría de los 10 escaños a los seis. Por su parte, el BNG se quedaría con los dos escaños que ya tenía.

En lo que se refiere a la participación, el 57,28 por ciento de los gallegos llamados este domingo a las urnas ha acudido a votar antes de las 18.00 horas, de acuerdo con el segundo avance de participación difundido por el Ministerio del Interior en su página web, con datos del cien por cien de las mesas electorales. En las últimas elecciones generales, las de marzo de 2008, habían acudido a depositar su voto en las urnas el 60,73% por ciento de los gallegos llamados a hacerlo, por lo que la participación -hasta las 18.00 horas- cae 3,45 puntos en la cita electoral de este domingo.