Garzón jamás utilizó datos de las grabaciones de Gürtel, según su defensa
Baena dice que un funcionario advirtió de las escuchas a uno de los letrados
El letrado Francisco Baena Bocanegra, defensor del juez Baltasar Garzón, ha pedido la absolución para su cliente en el caso de las escuchas a los cabecillas de la trama Gürtel en prisión. La defensa asegura que el contenido de las grabaciones "jamás fue utilizado" por Garzón y, además, afirma que "las grabaciones fueron advertidas desde el primer momento por información facilitada por un funcionario a uno de los abogados".
Baena ha preferido presentar el escrito de defensa pese a no contar con una copia de las diligencias instruidas por Garzón en el caso Gürtel "para no volver a merecer injustificadamente reproches de voluntarias dilaciones". Sin embargo, reitera que el disco compacto que les fue entregado por orden del instructor del Supremo, Alberto Jorge Barreiro, no se corresponde con lo solicitado, por lo que la defensa lo ha devuelto.
El escrito de defensa reitera que Garzón no cometió delito alguno al ordenar las grabaciones en la prisión de Soto del Real de los cabecillas de la red Gürtel Francisco Correa, Pablo Crespo y Antoine Sánchez. Los indicios contra estos, entre ellos una operación financiera para blanquear 20 millones de euros de una cuenta en Suiza, hacían evidente que iban a continuar con su actividad delictiva desde la cárcel, por lo que Garzón ordenó la intervención de sus comunicaciones no solo para investigar sus delitos sino para prevenir que continuaran delinquiendo desde la cárcel.
La medida no fue impugnada por el ministerio fiscal "que entonces, como ahora, la entendió ajustada a Derecho, necesaria y proporcional a los fines de investigación perseguidos", prosigue la defensa.
El letrado pide la absolución por inexistencia de prevaricación
Cuando el caso Gürtel pasó al Tribunal Superior de Justicia de Madrid, la Brigada de Blanqueo de Capitales solicitó al juez Antonio Pedreira la prórroga de la intervención de las conversaciones orales y escritas de los acusados y con carácter especial las que mantuvieran con el abogado José Antonio López Rubal. El fiscal informó favorablemente a la autorización de la prórroga, lo que la defensa considera "de crucial importancia", haciendo propia la cláusula establecida por Garzón en su primer auto, en el que ordenaba "prevenir el derecho de defensa". El 27 de marzo de 2009 Garzón ordenó la expulsión de la causa de aquello que se refería a la estrategia de defensa.
Su abogado asegura que el contenido de las grabaciones nunca fue utilizado por Garzón. "No existe un solo dato que permita sostener, sospechar o simplemente conjeturar que el juez instructor acusado utilizara datos exclusivamente obtenidos de las intervenciones de las comunicaciones de los imputados presos cuando fueron visitados por los abogados", dice la defensa. Baena reproduce ante la Sala de lo Penal la petición de todas las diligencias de prueba que le ha denegado el instructor Jorge Barreiro, entre ellas el testimonio del juez Antonio Pedreira y todas las grabaciones efectuadas en la prisión.
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