
Heridos de guerra y sin dinero: así sobreviven los refugiados sirios en la frontera con Turquía
Trece años después de que comenzara la contienda en Siria y más de un año después del terremoto, el país vecino acoge a la mayoría de los 3,5 millones de personas que huyeron del conflicto. Malviven trabajando en la agricultura cuando les necesitan y denuncian la explotación por parte de los terratenientes












