Portodemouros, O Bao, A Fervenza, Belesar, Bárcena, Lindoso... Los numerosos embalses que alteraron en Galicia el curso de las aguas y anegaron aldeas dejan a cielo abierto, de vez en cuando, en tiempos de sequía, los restos de vida sumergidos en su día por las construcciones hidroeléctricas. De estas Atlántidas gallegas emergen viviendas, iglesias, palcos de orquesta, cementerios, viñedos, puentes y otras construcciones paralizadas en el tiempo. Restos de una Galicia anfibia desaparecida que no existe ya más que en la memoria de sus antiguos moradores.
Rocío Cibes
Embalse de Belesar, Portomarín (Lugo, 2017).ROCIO CIBESEmbalse de Belesar, Portomarín (Lugo, 2017). ROCIO CIBESEmbalse de O Bao, Viana do Bolo (Ourense, 2017).ROCIO CIBESEmbalse de Belesar, Portomarín (Lugo, 2017).ROCIO CIBESEmbalse de O Bao, Viana do Bolo (Ourense, 2017).ROCIO CIBESEmbalse de O Bao, Viana do Bolo (Ourense, 2017).ROCIO CIBES