Este proyecto fotográfico utiliza reglas escolares imprecisas y diversos objetos de medición para jugar con las escalas y formas en la naturaleza. El objetivo es tomar medidas imposibles que revelan lo absurdo de la ciencia, generando nuevas incógnitas sin sentido y presentando realidades ficticias e irresolutas. La serie se propone como un falso estudio científico que expone lo absurdo de las convenciones establecidas. El proyecto destaca que tanto la ciencia como el arte buscan llenar vacíos de desconocimiento investigando el entorno. Ambos se vuelven interesantes cuando algo inexplicable capta la atención, creando un vínculo con la realidad al mismo tiempo que nos separan de ella. El interés radica en la necesidad de ordenar lo posible y cómo estas ordenaciones afectan nuestra comprensión del mundo, subrayando lo absurdo de las convenciones que regulan nuestra vida